Consumo y exportaciones tiran de la economía catalana

La economía catalana registró el primer trimestre un crecimiento interanual del 6,4 por ciento y confirma así las estimaciones que hizo hace unas semanas el Institut Nacional d’Estadística (Idescat). Se trata del mismo crecimiento de l’economía española y ocho décimas más que la media europea, que es del 5,6 por ciento. El aumento del Producto Interior Bruto (PIB) se explica, según el Idescat, por la evolución de la demanda interna (3,8%) y en particular por el incremento en el consumo de los hogares (3,4%) y la formación bruta de capital (8,2%).

Por otro lado, las exportaciones crecieron un 16,4 por ciento por la mejora del consumo interno y la eliminación de las restricciones a la movilidad internacional, con una mejora del 470,6% respecto al mismo periodo del 2021. Las importaciones, por su parte, se incrementaron un 7,9%. Si se compara con el cuarto trimestre del pasado año, el incremento fue del 0,1%, dos décimas más que la media española (0,3%) y seis menos que la tasa intertrimestral de la Unión Europea.En otro orden de cosas, el Banco de España recortó ayer cuatro décimas su previsión de crecimiento del PIB de España para este año, desde el 4,5 por ciento hasta el 4,1 por ciento.

También rebajó sus estimaciones para la inflación media del 7,5% al 7,2%, como consecuencia del efecto esperado del mecanismo ibérico para limitar el precio del gas y abaratar la factura de la electricidad (más información página 22).En este sentido, y de cara a los próximos años, el organismo prevé un crecimiento del 2,8% en 2023, una décima menos de lo estimado en abril, y un alza del 2,6% en 2024, una décima más respecto a la previsión anterior.De su lado, el organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2022 en el 4,6% del PIB, frente al 5% previamente estimado. Además hay mejores perspectivas también para 2023 y 2023, con tasas del 4,5% y el 4,2%, respectivamente.