Energías renovables, actividad a compensar

La consejera del Banco de España Núria Mas se felicitó ayer de que por primera vez la Unión europea se haya tomado en serio hacer una política energética común, recordando la previsión de redicir en un 60% la dependencia del gas ruso a final de año, la importación de gas licuado y el papel que puede jugar España con sus regasificadoras, pero también las energías renovales. Considera que en la apuesta por las energías renovables se tienen que plantear compensaciones para las zonas que acojan algunas inversiones, como generadores eólicos, para generar energía para suministrar a las ciudades. En una mesa redonda junto a la directora de Greenpeace España, Eva Saldaña, Núria Mas dijo que estas instalaciones en zonas poco pobladas para nutrir capitales o ciudades más grandes “tiene unas externalidades negativas para el terreno que se tiene que pensar bien como se pueden compensar”.

“Estas cosas hay que calcularlas, yo haría bien los números, creo que esto ayudaría a ser más justos, unos tendrán los molinos que serán más o menos feos, al gusto del consumidor pero otros tendrán la energía”, ha remarcado la economista y también profesora de IESE refiriéndose a las externalidades negativas. Por su parte, Eva Saldaña urgió a proteger la biodiversidad y no pensar siempre en grandes plantas de molinos de viento o de placas solares cuando se hable de energías renovables. Hay que saber gestionar oferta y demanda, dijo, y apostar por la eficiencia energética y el autoconsumo.Por otra parte, mostró su rechazo al proyecto de Juegos Olímpicos en el Pirineo en 2030.

Rechazó centrarse en un turismo de masas y se preguntó donde estará el agua o la energía en 2030, por lo que consideró el proyecto como de envergadura pero poco viable, según sus palabras.