ENERGÍA MERCADO
Frutícolas de Lleida pagan el doble por la luz con el nuevo 'impuesto' eléctrico
Afrucat alerta que es inasumible y reclama al Gobierno central que el sector quede excluido de tener que pagar la compensación a las gasistas || Familias y empresas pagan por este concepto en la factura
El precio de la energía está poniendo contra las cuerdas a familias y empresas. Las centrales de la fruta alertan que “el impuesto creado con la excepción ibérica llega casi a duplicar la factura de la luz. Si en el recibo de julio venía a representar un sobrecoste del 45%, en el de agosto está cerca de doblarlo”, según afirmó ayer el director general de la patronal catalana del sector frutícola Afrucat, Manel Simon.
Una factura a la que ha tenido acceso SEGRE, por ejemplo, sitúa en 27.082 euros el término de energía y en 23.677 el “impuesto nuevo”. Teniendo en cuenta el resto de conceptos e IVA supone tener que pagar 63.882. Simon se refiere al nuevo concepto que ha aparecido en el recibo de la luz tanto de empresas como de particulares bajo el epígrafe “Ajuste en base al Real Decreto 10/2022”.
Cuando España y Portugal pidieron autorización comunitaria para poder topar el precio del gas natural que se emplea para producir electricidad, la aprobación suponía una contrapartida: las gasistas debían ser compensadas por la diferencia, y Moncloa decidió que lo pagaran los consumidores. En el recibo de julio, el coste ya fue muy elevado, pero en el de agosto se ha multiplicado, porque el gas se ha encarecido aún más, y la compensación a pagar también. La presidenta de Afrucat, Montse Baró, ha remitido dos cartas a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, alertando de las consecuencias que está teniendo para el sector, teniendo en cuenta además los problemas derivados del hundimiento de la producción por las heladas de abril y el encarecimiento de otros costes de producción.
Por ello, Afrucat ha pedido al ministerio que el sector quede excluido de tener que pagar este “impuesto” y que además se reembolse a las empresas lo que ya han pagado, explicó Simon. “Si la excepción ibérica se hizo para abaratar la luz, a las empresas de la fruta nos ha subido. Habíamos hecho una subasta y pactado un precio desde el 1 de junio al 31 de diciembre, pero el recibo se ha disparado por el impuesto.
No puede ser que nuestras empresas se vean penalizadas de esta manera”, insistió Simon.El presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué, dijo que estos recibos son inasumibles. Según sus cálculos, los costes de almacenar un kilo de fruta en atmósfera controlada se situaban el año pasado en unos 8,5 céntimos de euro. Ahora, estima que ya se situaría en 20 céntimos, unas cantidades que deberían repercutirse en el precio de la fruta.