Una compra cada vez más cara

Después de los momentos más duros de la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania, la escalada de la inflación castiga Occidente y compromete la economía de las familias, que ven reducido el poder adquisitivo por el creciente encarecimiento de la lista de la compra y de las facturas energéticas. También afecta a las empresas, que sufren un aumento de los costes de producción a casi todos los sectores económicos a causa del incremento del precio de energía y materias primas, lo cual provoca una subida de precios –menor que el aumento de los costes, en la mayoría de casos– que afecta a los consumidores. En septiembre, muchas familias también tienen que afrontar los gastos de la vuelta a la escuela.

Según la encuesta anual de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el gasto medio de las familias por hijo en este curso será de 2.186 euros. Lleida es la provincia catalana en la cual más han subido los precios con respecto al año pasado. El Índice de Precios al Consumo (IPC) de agosto se situó un 12,2% por encima que el del mismo mes del 2021, mientras que la media de Cataluña subió el 10,2%.

En Girona la inflación fue del 11,2%, en Tarragona del 11% y a Barcelona, la menos castigada, del 9,7%. Según Joan Carles Massot, presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña (JARC), los datos no reflejan la realidad de la situación. “El gasóleo y la gasolina han subido más en un 30% y marcan los costes de muchos sectores, por lo cual para muchos la inflación es mucho más elevada,” añadió. La inflación media estatal fue del 10,5%, tres décimas menor que la que del julio debido a la ligera relajación de los precios de los carburantes, pero el IPC de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó un 13,8%, la cifra más alta desde que empezó la serie en 1994.

Este comportamiento se corresponde al aumento de los precios en productos básicos como la leche, que presenta una variación interanual del 25,6%; los huevos, del 22,4%, y la carne (un 17,6% la de ave, un 15,2% la de vacuno y un 9,8% la de porcino), así como el pan (15,2%) y los cereales (21,7%). La tasa anual del precio de la electricidad también subió, del 49,4% en julio al 60,6% de agosto.

Por otra parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente, que es más precisa ya que no contempla los componentes más volátiles como el precio de la energía y el de los alimentos no elaborados, ha aumentado hasta el 6,4% en la media del Estado. Se convierte así en la más alta desde 1993 y constata el desafío estructural que la inflación supone para las administraciones.

Para paliar los efectos y recortar el consumo para reducir la demanda, el Banco Central Europeo (BCE) elevó los tipos de interés un 0,75% en septiembre, la subida mayor de la historia de la zona euro. Después de la subida de 50 puntos básicos en julio, el precio del dinero ha aumentado hasta el 1,25 por ciento. Los movimientos del BCE son una de las causas por las cuales el euríbor a doce meses, el indicador más utilizado para calcular los préstamos hipotecarios en España, este mes alcance una tasa media provisional del 2,1%.

En agosto registró la media más alta de la última década y se situó en el 1,2%. Los más afectados son los hipotecados a tipo variable, ya que su cuota subirá en las revisiones. Para las empresas, supone una disminución de su capacidad de inversión y financiación.

La patronal pide reducir el IVA y no limitar los precios

La propuesta de la vicepresidenta del Gobierno central Yolanda Díaz de acordar con las distribuidoras alimentarias una lista de productos esenciales a un precio reducido ha provocado el rechazo de la patronal. De momento, Carrefour es la única compañía que ha ofrecido una cesta de treinta productos “básicos” a treinta euros, pero no cuenta con alimentos frescos ni aceite de oliva y sí que incluye chocolate blanco o pan de hamburguesa.

Roger Gaspa, secretario general del Consejo de Empresas Distribuidoras de Alimentación de Cataluña (CEDAC), defiende que la mejor solución es bajar el IVA de los alimentos básicos, de forma temporal y excepcional. “Se trataría de una medida inmediata, universal y no perjudicaría el Estado porque está recaudando mucho más de lo que había presupuestado. La causa de la inflación actual es el encarecimiento de los costes, no un exceso de márgenes de beneficio”, añade. Gaspa asegura que los márgenes de las distribuidoras catalanas son muy reducidos, de una media del 2 por ciento, porque Cataluña es una de las regiones de Europa con más competencia en el sector. “Los supermercados no pueden repercutir todos los costes de distribución porque el consumidor es muy sensible a los precios y tiene una gran oferta de diferentes supermercados”, concluye.

Las distribuidoras y la agricultura sufren el aumento de los costes

El sufrimiento de las familias debido al alza en los precios y la energía es compartido por las empresas, que ven aumentados sus costes de producción y temen un menor consumo. “El gobierno tiene que vigilar el consumo e incentivarlo. De momento no estamos detectando una disminución, pero llegará”, afirma Joan Carles Massot, presidente de la JARC.

Roger Gaspa, secretario general del CEDAC, advierte que aunque “todavía es pronto para sacar conclusiones”, se empiezan a percibir los mismos comportamientos en los clientes que durante la crisis financiera del 2008. “Ahora la gente comprará más a menudo, pero hace compras más pequeñas porque hay más planificación”, añade Gaspa. Las cadenas de supermercados y la agricultura son algunos de los sectores en los cuales los costes de producción se han incrementado especialmente por el precio de la energía, ya que son sectores con un consumo muy intensivo. También les afecta al coste de los carburantes, que afecta al transporte y la distribución; y el de las materias primas.

Muchos abonos han subido de precio en torno al 60 por ciento y los productos fitosanitarios entre un 30 y un 40 por ciento, según Josep Sellart, coordinador en Lleida d'Unió de Pagesos. “Si no hacemos venta directa, los agricultores no marcamos los precios de nuestros productos, por|para lo cual nuestros márgenes son cada vez más pequeños,” añade el coordinador.Per su parte, las distribuidoras de alimentos demandan que se las considere un sector esencial. “No tenemos beneficios caídos del cielo. El problema no es de formación de precios, sino que de exceso de costes”, concluye a Joan Carles Massot.

AUMENTO DE PRECIOS POR ALIMENTOS

EN PRIMERA PERSONA

Diferentes clientes de un supermercado también nos hacen un resumen sobre cómo les está afectando a la inflación.

Óscar: «De momento no recortemos la canasta|cesta ni sustituyamos productos»

“En casa notamos una cierta repercusión con la subida de los precios. Somos conscientes de que la misma cesta de la compra es ahora bastante más cara, pero de momento no recortamos ni sustituimos productos. Todo está subiendo de precio de manera generalizada, pero hemos notado un aumento sobre todo en la fruta.”

Laura y Aitor: «No entendemos que el aceite de girasol sea más caro que el de oliva»

“No entendemos cómo el aceite de girasol llegó a triplicar su precio y ser más caro que el de oliva. Ahora se ha relajado, pero hemos decidido prescindir del de girasol por la ínfima diferencia de precio que supone. Hay productos básicos, como los de higiene, que no tendrían que llegar a precios tan altos. Los gobiernos tendrían que actuar.”

Susana: «Muchas veces, las marcas blancas son las mismas que las reconocidas»

“Todo ha subido mucho precio, incluso las marcas blancas. Cada vez me fijo más en quién envasa los productos, porque en muchas ocasiones las marcas blancas son las mismas que las reconocidas y hay una diferencia importante de precio. El gobierno tendría que incentivar el consumo de proximidad con alguna ayuda o subvención.”

Xavier: «Han subido incluso productos que no tienen justificación con la guerra»

“La inflación afecta a nuestra economía, pero ya se veía venir. Ha subido el precio incluso de productos que no tienen justificación con la guerra a Ucrania, como algunos de proximidad que no dependen tanto de la energía o el transporte. No he reducido la lista de la compra, pero compro únicamente lo que realmente necesito.

Héctor: «Parece que la lista de la compra se ha vuelto|devuelto una cosa prohibitiva»

“No me fijo mucho en las diferencias de precio entre los productos, pero considero que la lista de la compra se ha convertido en una cosa prohibitiva. Para paliar los efectos de la inflación, los gobiernos tendrían que implicarse repensando el modelo de impuestos, que tendrían que ser más progresivos para una redistribución mayor de la riqueza.“

Josep Maria: «A este paso, no sé cómo encenizamos la calefacción en invierno»

“Ahora tengo que mirar mucho más lo que pongo en el carro, fijándome siempre en el precio unitario. He cambiado muchos productos reconocidos por marcas blancas. Me sorprende el aumento de más de diez céntimos en el precio de la cerveza, por|para la subida de la luz. No sé cómo encenizamos la calefacción este invierno.”