Aceite de argán 'made in' Aitona

Debido a la crisis económica derivada de la pandemia, Fouzia Fathi y sus hijas, Yasmina y Miriam, pensaron en ampliar la línea de negocio de su locutorio, en Aitona. Para poder ofrecer un producto con un alto valor añadido, decidieron elaborar aceite de argán totalmente puro, natural y artesanal para venderlo en su establecimiento. Pese a ser muy popular en Marruecos, consideran que aquí poca gente lo conoce y, sobre todo, casi no hay artesanos en Ponent que lo elaboren.

El aceite de argán, también conocido como ‘oro líquido’, es un producto cosmético y comestible que se obtiene presionando las semillas maduras de la baya del árbol de argán. Se trata de una especie endémica que solo crece en la región de Arganeraie, en el suroeste de Marruecos. Por tanto, sus semillas tienen un alto valor económico y el aceite es relativamente caro.Los frutos se recolectan cuando están maduros y ya han caído al suelo.

Después, se secan al Sol y se pelan para sacar las partes externas carnosas. La nuez restante debe romperse con una técnica muy precisa, para que la semilla interior, rica en aceite, quede intacta. El siguiente paso es la molienda, que tradicionalmente se hacía a mano, pero se comenzó a industrializar en la década de los 90.La familia Fathi comprará las bayas a una cooperativa local marroquí y elaborará sus productos en el mismo locutorio, para que los clientes puedan ver todo el proceso.

Han reservado un espacio donde expondrán los productos y situarán las dos máquinas de prensado que necesitan para producirlos. Además del aceite puro, harán derivados con jazmín y coco. También lo harán comestible, en su versión pura y mezclado con almendras y miel.

Para poder empezar a vender el aceite de argán, Fouzia está esperando a tener los últimos permisos sanitarios que necesita. La alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, le ha manifestado su apoyo.

Inversión de más de 10.000 euros que prevén amortizar en dos años

El aceite de argán puede costar hasta 300 euros por litro, lo que lo convierte en el aceite comestible más caro del mundo.

Para conseguir un litro, se necesitan entre 40 y 50 quilos de fruto. A Fouzia, un quilo de bayas de argán le cuesta entre un euro y un euro y medio. Así pues, producir un litro de este ‘oro líquido’ le supone un coste de entre 40 y 70 euros, contando solo la materia prima.

Se deben añadir los costes de los frascos –unos 1,50 euros cada uno– , así como los de las etiquetas que ya tienen pedidas, sin olvidar los gastos energéticos de las máquinas eléctricas, además del coste de su adquisición, y los derivados del transporte. Fouzia ha fijado en 100 euros el precio de venta por litro de sus aceites cosméticos. El frasco de 15 ml costará siete euros; el de 30 ml, 14 euros; y el de 50 ml, 20 euros.

Con un coste unitario de entre tres y cuatro euros, Fouzia y sus hijas esperan poder recuperar su inversión inicial, de más de 10.000 euros, en uno o dos años. Confían en que los productos gustarán a los ciudadanos de Aitona, que cuenta con un gran sector marroquí que ya los conoce. Aun así, esperan poder ensanchar su mercado y atraer a clientes, del pueblo y de la zona de Ponent, que no conocían los beneficiosos efectos nutritivos y cosméticos del aceite de argán y sus derivados.

Un producto con múltiples usos nutritivos y como cosmético natural

El aceite de argán está constituido en su 80% por ácidos grasos esenciales, que fortalecen la mucosa intestinal. Es un potente antioxidante, y hay estudios que demuestran que su ingesta diaria puede prevenir varios tipos de cáncer y que tiene efectos positivos en enfermedades cardiovasculares y problemas de obesidad. Además, ayuda a reducir la absorción de colesterol en el intestino.También se utiliza para tratar enfermedades de la piel y para cuidar su belleza.

Es acondicionador, así que hace que el cabello esté suave y brillante. También es hidratante y tiene propiedades antiinflamatorias. Además, calma el acné y su efecto cicatrizante es útil en quemaduras.