La firma leridana Refisa fabrica piezas para ferrocarriles que circulan por todo el mundo

La empresa leridana Refisa lleva 35 años suministrando piezas a trenes que a día de hoy circulan por países de los cinco continentes. La firma, dedicada a la fabricación de materiales compuestos, es decir, hechos con resinas reforzadas con fibras sintéticas, centra su negocio casi en exclusiva en el sector del ferrocarril, construyendo frontales, cabinas o interiores de trenes de viajeros. Sus piezas forman parte, entre otros, de los convoyes que circulan por los metros de las grandes ciudades europeas, el de Santiago de Chile, el de México DF, el de Singapur, el de Miami o en Honolulú.

Actualmente, también se encuentran trabajando en la fabricación del tranvía de Casablanca, según explicó a este diario Jordi Salud, director general de la compañía. Para llevar a cabo todos sus proyectos, la empresa cuenta con una nave de 6.000 metros cuadrados y un terreno de 16.000 ubicados en el polígono industrial del Segre, en las que emplea a más de un centenar de personas. Su crecimiento y la necesidad de satisfacer las necesidades de sus clientes, entre los que se encuentran grandes constructoras de trenes, como Talgo, Stadler, Alstom o Siemens, les llevó a abrir una filial en Serbia y otra en Chile, destinadas a potenciar su presencia en Centroeuropa y Latinoamérica.El material que usan para hacer sus piezas se utiliza además de en trenes, en automóviles o aeronáutica debido a que es ligero y muy resistente.

Sus características está generando en los últimos años que su utilización se expanda a otros sectores, como es la arquitectura. Introducirse e implementarse en los nuevos mercados es uno de los retos que se ha marcado Refisa. “Hemos recibido ofertas para fabricar raquetas de pádel, carteles, marquesinas y revestimientos de edificios”, explicó Salud.

Por el momento la empresa está invirtiendo en innovación y en nuevas técnicas de diseño y montaje de piezas para seguir con su crecimiento (ver desglose).

Inversión para poner en marcha nuevos procesos y en sostenibilidad

En los últimos tres años, Refisa ha hecho una inversión cercana a los 1,6 millones de euros para renovar sus instalaciones, tecnificarlas y adaptarlas a un modelo de producción más sostenible. El grueso se ha dirigido a potenciar un nuevo proceso de fabricación, basado en lean manofacturing, más sofisticado y orientado a llegar al nulo desperdicio y a las cero emisiones.

La empresa, una de las pocas a nivel europeo que ofrece este tipo de proceso, espera que el mismo le permita abrirse a más mercados y captar nuevos clientes. “Las empresas que contratan nuestros servicios buscan cada vez más un valor añadido en los productos que adquieren, como el respeto por el medioambiente”, aseguró el director general de Refisa, Jordi Salud. Para llevar a cabo esta renovación, la empresa está acometiendo también una ampliación de la plantilla, la mayoría de las nuevas incorporaciones son de ingenieros que están llevando a cabo los procesos de tecnificación de la planta.