Ponent recuperará este año los niveles económicos prepandemia, mientras que el Pirineu i Aran lo hará en el 2023

La economía de las comarcas de Ponent pasará página de la crisis derivada de la pandemia y recuperará este mismo año los niveles económicos que tenía en el 2019. En el caso del Pirineu i Aran, en cambio, la recuperación económica llegará más tarde, durante el 2023, por el impacto que la covid-19 tuvo en el turismo y en el ámbito energético. Así lo ha explicado Josep Oliver, catedrático emérito de Economía Aplicada de la UAB y director del Informe Econòmic Comarcal 2022 del BBVA. El estudio destaca que en el 2021 el Valor Añadido Bruto (VAB) en Ponent creció un 5.8%, dentro de la media catalana, mientras que en las comarcas de montaña lo hizo ligeramente por debajo, un 4.2%. Unos crecimientos "fuertes", pero insuficientes para compensar el descenso del 2020.

Josep Oliver ha presentado este jueves en Lleida los datos del estudio del BBVA que afectan a la evolución económica del 2021 en Ponent y en el Alt Pirineu y Aran, acompañado del director de Zona BBVA en Lleida, Andrés Cabello.

El estudio concluye que en 2021 el VAB en Ponent ha crecido hasta el 5.8%, siendo la comarca con una mayor mejora económica la Segarra, con un 6.7%, seguida del Segrià y el Urgell, con un 6.6% y un 6.2% , respectivamente. Les siguen el Pla d'Urgell (4.5%), la Noguera (3.5%) y, en última posición, Les Garrigues (2.1%). En el Pirineu i Aran el crecimiento global del 4.2% ha estado liderado por el Alt Urgell, con un 5.8%, seguido de la Val d'Aran (5.6%), Cerdanya (5.2%), Alta Ribagorça (4.6%), Pallars Sobirà (1.7%) y Pallars Jussà (-0.3%).

Oliver ha hablado de una "fuerte recuperación" en 2021 que tiene una doble cara. Por un lado, muestra la "intensa expansión" de buena parte de los sectores económicos, mientras que por el contrario es una respuesta a la "gran caída de 2020". "Si no fuera por la cóvid-19 no veríamos este crecimiento", indicó, a la vez que remarcó que se trata de valores inferiores todavía a los de 2019.

Según el informe, el crecimiento en el llano de Lleida viene impulsado por el fuerte incremento de los servicios (7.2%) y de la industria manufacturera (7.3%), por encima de la media catalana, sumado al moderado avance del sector de la construcción (1.5%) y del primario (3.1%). Por el contrario, en las comarcas de montaña, donde tienen una fuerte dependencia del sector del turismo y de las actividades vinculadas a las ramas de energía y agua, los principales sectores responsables del incremento global del 4.2% han sido los servicios, con un incremento del 8% y la construcción (2.3%). Por el contrario, los sectores energéticos que representan un 74% del VAB industrial de la zona han caído un -9.3%.

Ante esto, Oliver pronostica que el crecimiento económico post pandemia seguirá creciendo este 2022 de forma "fuerte" y en 2023 de una forma más "normalizada". De hecho, ve improbable que la crisis energética actual y la invasión rusa en Ucrania puedan desencadenar en una crisis económica el próximo año, ya que considera que la situación actual "tiene muy poco que ver" con la situación que se vivió en el 2008 y añade que, a corto plazo, no se prevé la destrucción de empleo.