CUNICULTURA ANÁLISIS
Lleida ha perdido más de 140 explotaciones de conejos en los últimos catorce años
La crisis que atraviesa el sector se ha agudizado con el encarecimiento de piensos y energía y unos precios por debajo de los costes || JARC alerta de nuevos cierres en un sector que está muy envejecido
El sector cunícola destaca las cualidades de la carne de conejo, alta en proteínas y baja en grasa.
El sector de la cunicultura arrastra una crisis que comenzó hace más de una década, pero el incremento de costes ha puesto a las explotaciones ahora en una situación crítica, vendiendo los animales por debajo de los costes. La provincia de Lleida ha perdido desde el año 2008 un total de 144 granjas y el sector apenas cuenta ahora con 288 explotaciones. La capacidad se ha reducido de 762.030 a 396.926 plazas de animales, según los últimos datos oficiales de la conselleria de Acción Climática, referidos al pasado ejercicio.
JARC alerta sobre el futuro de la cunicultura de Lleida y de Catalunya en su conjunto. La responsable del sector de JARC, Rosa Centellas, explica que la crisis del sector “viene de lejos, cuando hace más de una década comenzaron a abrirse explotaciones cunícolas en Castilla, una zona que no es consumidora, al tiempo que cerraban mataderos pequeños. Como consecuencia se generó una sobreproducción de carne, mientras que el consumo caía incluso a tasas más importantes que en otras carnes”.
El cierre paulatino de explotaciones puede agravarse ahora dado que la situación es “insostenible”.
Lleida ha pasado de tener 762.030 plazas de animales en sus granjas a rozar apenas las 397.000
En el conjunto del Estado, COAG, organización de la que forma parte JARC, cifra en un 44% la reducción de granjas entre 2021 y 2022. En este período se ha pasado de 3.355 a 1.550. Centellas advierte que el incremento de los costes de la alimentación de los animales y las facturas energéticas, que se han triplicado debido a la guerra de Ucrania, pone contra las cuerdas a los cunicultores.
“Muchos aguantan porque se encuentran endeudados con créditos e hipotecas y tienen trabajadores a los que no quieren despedir”, afirma. Pero augura más bajas a corto plazo porque el sector está muy envejecido y no existe el relevo generacional. “Hay granjeros en edad de jubilarse o muy cerca de hacerlo que les dicen a sus hijos que no continúen con el negocio.
Además, ahora nadie quiere alquilar ni comprar una explotación”, añade. Según los últimos cálculos de COAG, los costes de producción de un kilo de conejo se sitúan entre 2,75 y 2,80 euros. Sin embargo, los precios pagados a los ganaderos apenas rondan los 2,55 o 2,60 euros.
Por ello, JARC y COAG alertan de la necesidad de tomar medidas para dar oxígeno a un sector productor en el que Lleida y Catalunya eran líderes, “aunque hemos dejado de serlo”, según Centellas.
Cumplir la ley de la Cadena y promocionar el consumo, claves
“Tenemos la ley de la Cadena Alimentaria, que exige que no se produzcan ventas por debajo de costes. Reclamamos que se cumpla y que se pongan las sanciones a quien intente saltársela”. Así lo reclamó ayer la responsable del sector cunícola de JARC, Rosa Centellas, en plena crisis del sector. También demanda planes de apoyo al consumo de una carne alta en proteínas y muy baja en grasas. “Como carne saludable debería promocionarse su ingesta desde el colegio”, afirmó, tras preguntarse en cuántos menús escolares puede encontrarse.
COAG demanda además un plan de ayudas que inyecten liquidez en las explotaciones, la moratoria en el pago de las facturas de energía y en el de deudas durante el período que dure esta crisis. Asimismo, apuesta por articular reducciones fiscales para que las explotaciones puedan ver amortigüada el coste del gas y de la electricidad, defiende la organización.
