VITICULTURA NUEVOS CALDOS
Costes de Cerdanya vendimia a temperaturas bajo cero en su proyecto “de altura”
Las vides están a entre 1.180 y 1.270 metros de altitud en una iniciativa para afrontar el cambio climático
Jaume Gramona califica la viticultura llevada a cabo en estas cepas como un trabajo heroico.
Cultivar en alta montaña es una de las salidas que exploran algunas bodegas para afrontar las consecuencias del cambio climático. Consideran que tener viñedos en zonas elevadas les puede servir como aliado contra el calentamiento global. Riu de Cerdanya, en la Cerdanya leridana, es uno de los lugares escogidos por la familia Gramona, donde desde el 2020 desarrollan el proyecto Costes de Cerdanya, con vides plantadas entre los 1.180 y los 1.270 metros de altitud y con inclinaciones que en algunos puntos alcanzan el 30 por ciento.
Es uno de los viñedos más altos de Europa y uno de los pocos ubicados en el Pirineo, explica la empresa. Elaboran cuatro caldos a partir de variedades de uva Pinot Noir, Muscat y Montònec, a parte de diferentes variedades locales que están recuperando. El Dolç de Riu es el más singular de todos ellos y uno de los retos de la familia.
Costes de Cerdanya consigue un vi de gel auténtico, helado de manera natural en el propio viñedo con las temperaturas extremas de la Cerdanya a bajo cero y no con la ayuda de nitrógeno líquido para congelar la uva. La familia Gramona llevó a cabo los trabajos de vendimia hace apenas 15 días a una temperatura de -7 ºC, momento “ideal” para recoger la uva congelada y prensarla “a pie de la viña”, tal y como explica Jaume Gramona, gran “enamorado” de los vinos dulces de alta montaña y que ha visto cumplido su “sueño más deseado”, consiguiendo así un vino que ofrece “aromas delicados” y que “dulce y refrescante al mismo tiempo”. Los primeros vinos con estas uvas recién vendimiadas saldrán al mercado hacia el mes de marzo del próximo año.
La familia trabaja cinco hectáreas de viñedos a partir de tratamientos biodinámicos ,que van un paso más allá del trabajo ecológico por ser una agricultura aún más respetuosa si cabe con el medio. Aseguran que cultivar estas tierras “no es fácil” por las inclemencias meteorológicas, con un clima adverso y poco regular, o las visitas de animales con ganas de comer uva dulce. Por ello califican la viticultura llevada a cabo en estos viñedos de “heroica”.
Jaume Gramona califica la viticultura llevada a cabo en estas cepas como un trabajo heroico.
Las viñas en altura, proyecto contra el cambio climático.
Algunas zonas tienen inclinaciones de hasta 30 grados.
