Los precios del aceite de oliva se disparan y el sector teme ahora una caída del consumo

Los precios del aceite de oliva se han disparado en una campaña marcada por la caída de la producción por efectos de la sequía y el sector teme que los consumidores opten por comprar otro tipo de grasas más baratas. El ministerio de Agricultura cifra en 5,50 euros la cotización del kilo de aceite virgen extra catalán al acabar el 2022. Representa un incremento del 34,1% desde que comenzó la campaña y un 65,4% con respecto a las mismas fechas de 2021, pero si la comparación se hace con 2020, la cotización se ha más que duplicado, porque en ese momento se valoraba en unos 2,55 euros el kilo.

La evolución del mercado se explica por una cosecha especialmente baja, que en el caso de las almazaras de Lleida se limitarán a trabajar con unos 8 millones de kilos de aceite, frente a los algo más de 10 del año pasado, según las últimas estimaciones de la conselleria de Acción Climática, fechadas en noviembre pasado. El departamento que dirige Teresa Jordà hace esta estimación en base a los datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), procedente de las declaraciones de las propias almazaras sin distinguir la procedencia geográfica de las aceitunas. La repercusión de los precios en los supermercados es evidente y, por ejemplo, las ofertas en las páginas web oscilaban ayer entre el entorno de los 5,60 euros el litro de las marcas blancas, hasta cifras en el caso de enseñas de distribuidor muy por encima, superando los 7 e incluso los 8 euros de largo en botellas de plástico.

El Instituto Nacional de Estadística (INE), por su lado, calcula en un 31,5% el aumento de los precios entre el mes de diciembre de 2021 y noviembre de 2022, sus últimos datos disponibles.Al igual que en España, en otros países también se han disparado las cotizaciones en origen y en Italia ha cerrado el año a 6,03 euros el kilo, un 16,1% por encima que en España, según el ministerio de Agricultura que dirige Luis Planas. En Grecia y Túnez se encuentra en torno a un 7% por debajo del español, con unos precios de alrededor de 4,83 euros.Los últimos datos de consumo en España del ministerio se refieren al plazo de noviembre de 2021 a octubre de 2022 y estima una reducción de las compras de aceite en los hogares del 8,5%. En el caso de los de oliva la bajada es del 4,2%, mientras que en el girasol, también disparado de precio por la guerra en Ucrania, el descenso es de un 18,3 por ciento.

Refuerzo de los controles para garantizar la rebaja del IVA

El secretario de Estado de Economía, el ministerio de Agricultura y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se reunieron ayer con el objetivo de “afinar y reforzar” todos los instrumentos con los que cuentan para garantizar la transmisión de las medidas de bajada del IVA en el precio final de los alimentos. La semana pasada, Facua-Consumidores en Acción denunció ante la CNMC a siete cadenas de distribución por no repercutir la rebaja del IVA a todos los alimentos afectados por las medidas del Gobierno para paliar el impacto de la inflación en los alimentos.En el último paquete de medidas para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y el incremento de precios se incluyó desde el 1 de enero una rebaja del IVA del 10% al 5% para el aceite y la pasta y una eliminación del IVA del 4% que se aplica a los alimentos de primera necesidad, como pan o leche.