Los productores de porcino encaran este año con optimismo después de cerrar en el 2022 con pérdidas de unos 7 euros por animal
Unió de Pagesos reclama intensificar la vigilancia y controles para evitar la entrada de la PPA al estado español
Unió de Pagesos estima que los ganaderos catalanes han perdido 6,82 euros, por término medio, para|por cada cerdo llevado|traído al matadero en el 2022. Aunque el precio de la carne de cerdo alcanzó cifras récord en Mercolleida, no permitieron compensar el importante encarecimiento de los costes de producción, sobre todo de los piensos, pero también de la energía y combustible. La previsión, sin embargo, que hace a la organización agraria para el 2023 es en positivo ya que estima un descenso en el precio de la alimentación animal y que se mantengan las exportaciones, teniendo en cuenta la bajada de producción en Europa. Por otra parte, UP reclama, tanto a las administraciones como al propio sector, intensificar la vigilancia y el control para evitar la entrada de la Peste Porcina Africana (PPA) en el Estado.
Unió de Pagesos hace un balance negativo de 2022 para los productores de porcino ya que el último año ha estado marcado por el "desmedido" encarecimiento de los costes de producción, que se agregó considerablemente con el estallido de la guerra en Ucrania. Pese a que el precio del cerdo en Mercolleida se mantuvo alto, los ganaderos no pudieron cuadrar los números y registraron pérdidas de cerca de 7 euros por cerdo, de media, según la organización agraria. En julio las pérdidas subieron hasta los 12 euros por animal pero la situación empezó a mejorar a partir del segundo semestre, por los buenos datos en cuanto a exportaciones y los precios record del cerdo alcanzados en el palco.
El sector ha sufrido una disminución de la oferta, entre otras cuestiones, por la reducción de la producción porcina en el norte de Europa (Alemania y Países Bálticos) y en los Balcanes debido a los focos declarados de Peste Porcina Africana (PPA) ya la reducción de la cabaña en Países Bajos, hechos que han contribuido a incrementar los precios de venta ya amortiguar, en parte, las importantes pérdidas económicas de principio de año, según ha explicado el responsable del sector Porcino de Unió de Pagesos, Rossend Saltiveri.
Unió de Pagesos advierte que si bien los precios de lonja de 2022 han aumentado un 17% respecto al año anterior, el pienso se ha visto incrementado en un 37%. Este coste supone aproximadamente el 70% del total de costes de producción de las granjas. En 2022, el precio medio en Mercolleida fue de 1,51 euros/kg por animal vivo (en 2021 fue de 1,25 euros/kg), con un máximo de 1,72 euros/kg cinco semanas seguidas, de la 36 a la 40. Pero el precio global del pienso se movió entre los 329 euros/tn de enero y los 423 euros/tn de noviembre: En 2021 fue de entre 279 euros/tn, en enero, y los 323 euros/tn en diciembre.
Cataluña sigue siendo la principal exportadora del Estado, con un 55% del total, seguida de Aragón con un 21%. Las exportaciones de carne de cerdo de España durante 2022 se incrementaron un 3,7% respecto al año anterior, tanto por las exportaciones a países terceros (+4,5%) como por el aumento de las intracomunitarias (+2,3%). China, pese a sufrir un descenso del 10% respecto a 2021, sigue siendo el principal comprador, con un 39% del total, pero lejos del 55,6% del año pasado. Las importaciones se incrementaron en Francia un 2,1%, Filipinas (+20,1%), Polonia (111%), Chequia (+12%), Reino Unido (+97%) y Bulgaria (+3,4) %).
Previsiones para 2023, en positivo
Desde UP, las previsiones que hacen para 2023 son en positivo, dejando atrás las pérdidas del último año. Rossend Saltiveri estima que el precio del pienso irá a la baja, aunque en el caso de la energía los precios seguirán altos. Por otra parte, la carencia de cerdos a nivel mundial, por la caída de producción en países afectados por la PPA, hace prever que se mantendrán los volúmenes de exportación desde el Estado y que el precio del cerdo se mantendrá elevado.
Vigilancia para evitar la entrada de la PPA
Unió de Pagesos considera que las buenas cifras en exportación durante el último año se han logrado gracias al estatus de país libre en enfermedades de declaración obligatoria, a la oferta de una carne y derivados de calidad ya un precio competitivo. En este sentido, la organización insiste en la necesidad de seguir aplicando las medidas de bioseguridad en las granjas y mantener un equilibrio entre las plazas de madres y el engorde.
En cuanto a la expansión de enfermedades como la PPA -que no afecta a las personas- y que muchas veces se transmite a través del jabalí, con poco margen de control por parte del ganadero, aunque el Estado está libre de la enfermedad, Unió de Pagesos pide al Ministerio de Agricultura y al Departamento de Acción Climática una mayor vigilancia en el movimiento de animales y un control exhaustivo de la población de jabalíes.
La organización agraria insta a que se informe a ganaderos, integradoras y cazadores, especialmente, de la importancia de controlar la fauna salvaje ante la expansión de la PPA en Europa. También ha reclamado la regionalización, en caso de que se declarara en España, es decir, acuerdos con terceros países que permitiría la comercialización de productos de las zonas del Estado libres de la enfermedad.
En cuanto a la normativa para reducir las emisiones, Unió de Pagesos pide que se evalúen las diferentes MTD (Mejores Técnicas Disponibles) que deben implantarse en las granjas teniendo en cuenta las condiciones de Cataluña y sus costes actualizados por poder tomar las decisiones más acertadas a la hora de realizar las inversiones.
Por otra parte, UP reclama a las administraciones la simplificación de los trámites para aliviar las cargas burocráticas de los ganaderos, así como medidas de apoyo para el sector, tanto para las granjas integradas como para las no integradas, puesto que todas ellas han sufrido un importante incremento en los costes de la energía. La organización critica que las granjas de porcino integrado, que representan un 80% del sector productivo, han sido excluidas de las ayudas destinadas a paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania.