PRECIOS CONSUMO
Los alimentos se disparan un 16,2% en Lleida pese a moderarse el IPC
La inflación acaba el año en el 6,4% gracias a las bajadas de los carburantes y la luz
La inflación ha moderado su crecimiento en el último mes del año gracias, en gran medida, a la moderación de los precios de la energía, mientras la cesta de la compra sigue disparada. En concreto, Lleida ha acabado el 2022 con el Índice de Precios al Consumo en el 6,4%, después de bajar dos décimas en diciembre, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística.
Sin embargo, los alimentos han seguido encareciéndose en un final del año marcado por más gastos en este capítulo en plenas fiestas navideñas. En concreto, han subido nueve décimas en diciembre en las comarcas leridanas y cierran el ejercicio en el 16,2%. Si se tiene en cuenta alimentación y bebidas, el repunte ha sido de un 1% el mes pasado, mientras el acumulado del ejercicio llega al 15,8%.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha eliminado el IVA del 4% para los alimentos de primera necesidad, como el pan o la fruta, mientras que lo ha reducido del 10 al 5% para aceites y pasta. Unas medidas fiscales que se han empezado a aplicar este año y que sus efectos no se comenzarán a apreciar al menos hasta el balance de enero.
En la demarcación han contribuido a la moderación del IPC la electricidad, el gas y otros combustibles, con un descenso del 3,4% en el último año. En este punto pesan las medidas fiscales, la “excepción ibérica” a la hora de establecer las cotizaciones de la luz y los 20 céntimos de descuento que hasta el pasado 1 de enero estaba en vigor para todos los conductores cuando repostaban gasolina o gasoil.
Habrá que ver ahora en los próximos meses qué efecto tiene sobre la inflación el hecho de que las ayudas a los carburantes se limiten a sectores concretos: payeses y transportistas.
En Lleida también han bajado en 2022 los servicios de transporte (-5%), marcados también por las medidas del Gobierno central con los bonos gratuitos. La media catalana de la inflación es inferior a la leridana, con un 5,2% en diciembre respecto a un año antes, 1,2 puntos menos del registrado en noviembre.
Lleida es la provincia más inflacionista seguida de Girona, con el 5,8%, Tarragona, con el 5,5% y por Barcelona, con el 5%. En el conjunto del Estado, el IPC interanual se ha colocado en el 5,7%, lo que supone 1,1 puntos por debajo del mes anterior, su cifra más baja desde noviembre de 2021. Junto a la escalada de la cesta de la compra, preocupa especialmente la evolución de la inflación subyacente, que excluye los índices más volátiles (alimentos y energía) y que ha acabado el año en el 7%.
El incremento del precio de los alimentos en España es el más alto registrado desde 1994
La vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, arremetió ayer contra los beneficios empresariales en el contexto de inflación actual.
“No podemos seguir admitiendo que las empresas sigan engordando sus beneficios a costa de los salarios y del esfuerzo de las personas trabajadoras”, dijo en unas jornadas de UGT. Argumentó que no puede permitirse que los salarios se devalúen mientras que los beneficios empresariales aumentan. La vicepresidenta defendió que quienes más tienen son los que deben aportar más en la salida de esta crisis.
“Aquí hay alguien que se está enriqueciendo”, Díaz parafraseando al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha acusado reiteradamente al Gobierno español de enriquecerse con la inflación.
La respuesta de los empresarios fue inmediata. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, exigió “rigor y seriedad” a la vicepresidenta segunda y le que no demonice a los empresarios y los beneficios empresariales. Reaccionó así a que Díaz asegurara que una parte del repunte de la inflación subyacente, la que excluye alimentos no elaborados y productos energéticos, que cerró 2022 en el 7%, se explica “por los beneficios de las empresas”.
El azúcar se ha encarecido un 50,6%, los aceites un 38,1%, la leche un 37,2% y los huevos un 29,8%
En este contexto, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, pidió al Gobierno central y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que intervengan y establezcan multas realmente “disuasorias” para asegurarse de que las empresas de distribución y las petroleras “no sigan robando” a los consumidores.
Mientras, los sectores alimentarios más inflacionistas como el azúcar (50,6%), aceites (38,1%), leche (37,2%) y huevos (29,8%), achacan a la prolongación de los elevados costes para producir estos bienes y a la menor oferta el hecho de que sigan liderando este índice un mes más.
El IPC alimentario subió un 15,7 % en diciembre de 2022 respecto al mismo mes de 2021, la variación anual más alta desde 1994, y fueron el azúcar (50,6 %), los aceites y grasas (38,1 %), la leche (37,2 %), los huevos (29,8 %) y las patatas (22,6 %) los más inflacionistas en el último año.