Una empresa francesa reabre la antigua Pet Food de Ribera d'Ondara

La empresa francesa Akiolis, especializada en la valorización de subproductos de aves y cerdos, ha adquirido los activos inmobiliarios y de producción de la antigua Pet Food de Ribera d’Ondara, ahora denominada Promed 202, que proyecta alcanzar una actividad productiva normal en el plazo de un mes. “Ha sido una acción rápida”, según admitió ayer el alcalde de Ribera d’Ondara, Francesc Sabanès, ya que la fecha límite para reemprender la actividad caducaba el 15 de febrero coincidiendo con el final del cese temporal de la actividad declarado por Medio Ambiente. Promed 202 llevaba 5 años sin actividad después de que diversas inspecciones de la Generalitat en 2016 y 2018 determinasen que no cumplía ni con la normativa medioambiental, ni sanitaria, ni de seguridad.PetFood Ingredients inició su actividad en el año 2007, después que la central de Sant Boi de Llobregat no tuviera luz verde a la continuidad de la producción en aquella población, acusada por presuntos delitos ecológicos.

También en 2011 la plataforma Salvem Ribera d’Ondara llevó a cabo una movilización para exigir el cierre de la factoría por malos olores y contaminación de aguas. En 2014, durante una inspección, se intoxicaron tres agentes del Seprona y un trabajador tras inhalar sulfuro de hidrógeno de un depósito con restos de cadáveres de animales en estado de descomposición. Entonces la Generalitat suspendió la actividad de Pet Food por motivos de almacenaje y trazabilidad.

A finales de 2015, cuatro empresas del grupo PGG (Proteínas y Grasas Gimeno) de Ribera d’Ondara presentaron expedientes concursales (antiguas suspensiones de pagos). La documentación aportada por las compañías ante el juzgado de lo Mercantil de Lleida cifraba los activos globales en 44,6 millones de euros, y los pasivos o deudas ascendían a 44,6. Pet Food era una filial de Dasy del grupo PGG, con sede en Osuna (Sevilla), que también fue investigada por la delegación Provincial de Agricultura, y que inició una sanción de 430.000 euros por dos infracciones graves.

La planta de Osuna acabó cerrando en 2014.