AGRICULTURA COMISIÓN DE COORDINACIÓN
Ayudas para alojar temporeros y el sector teme falta de mano de obra
Le Generalitat anuncia una partida de millón y medio de euros, primera convocatoria desde 2006|| Las organizaciones agrarias prevén, de momento, cosecha plena
La Generalitat anunció ayer una partida de millón y medio de euros para ayudar a los agricultores catalanes a poner en marcha, adecuar o ampliar alojamientos para temporeros. Está previsto que la mayoría de este capital acabe en proyectos de fruticultores leridanos. La delegada del Govern en Lleida, Montse Bergés, explicó que la línea se pondrá en marcha en verano con efectos retroactivos del 1 de enero, para que puedan entrar proyectos que hoy están en marcha.
Así lo dijo tras la reunión de la comisión de coordinación de la campaña agraria de este año. Esta era una reivindicación del sector que se puede calificar de histórica, teniendo en cuenta que la última línea se abrió en 2006 con una dotación de 380.000 euros. Entre otros puntos, Bergés apuntó también que este año se amplía de 74 a 77 el número de dinamizadores de la campaña para ayudar a ayuntamientos, consells comarcals y organizaciones agrarias en aspectos como el seguimiento de la campaña, temas relacionados con la contratación y el mapa de alojamientos para temporeros.
Las organizaciones agrarias UP, JARC y Asaja coincidieron en respaldar la línea de ayuda que venían años reclamando, pero urgieron celeridad en su puesta en marcha para que los agricultores de Lleida puedan utilizarla de forma efectiva. Bergés dijo que agilizarán el plan todo lo que puedan (hoy está prevista la aprobación de los presupuestos de la Generalitat) y anunció una próxima reunión para analizar las necesidades del sector.Los representantes de los payeses coincidieron en considerar que en estos momentos se prevé una cosecha plena de fruta en Lleida. Por una parte, las últimas semanas con bajas temperaturas han paralizado en buena medida los árboles y la floración se ha retrasado del orden de tres semanas.
Así, en caso de que se repitieran heladas primaverales, estas podrían ser mucho menos dañinas que las de abril pasado. Coinciden en que existen otros factores de riesgo, como el pedrisco y especialmente la sequía y las temidas restricciones al riego (ver más información en la página 13). En este contexto, se muestran preocupados por poder cubrir las necesidades de mano de obra.
Por una parte, teniendo en cuenta el cada vez menor interés de las personas que viven en el territorio en trabajar en el campo. Por otra, al considerar que existen problemas burocráticos que pueden frenar las contrataciones en origen.