ESTUDIOS CÁMARA DE COMERCIO
Calidad de vida y talento, claves para la llegada de empresas a Lleida
Un total de 341 sociedades trasladan su sede a la demarcación entre 2015 y 2020 || Esta cifra es insuficiente para cubrir el número de “fugas” a otros territorios
La vivienda, la calidad de vida, el talento, la cercanía de los clientes, la ubicación y los centros de investigación tecnológica, sobre todo en materia de agroalimentación, fueron factores clave para que durante el periodo 2015-2020 un total de 341 empresas provenientes de otros territorios decidieran instalar su sede social en la provincia de Lleida. Así lo determina un estudio encargado por la Cámara de Comercio a la Universitat de Lleida y a la UPF-Barcelona School of Management, que destaca que la demarcación fue capaz de atraer un mayor número de sociedades que otros territorios con una densidad empresarial similar, como Badajoz, Cantabria o Valladolid, aunque tiene una capacidad de atracción inferior a la los territorios geográficamente más cercanos, como Girona, Tarragona o Huesca. La gran mayoría de las sociedades que se instalaron fueron pequeñas o micro empresas (el 90%), un dato que pone de manifiesto las dificultades que tiene la demarcación para atraer a empresas de gran dimensión.
Este problema, destacó el presidente de la Cámara, Jaume Saltó, es debido principalmente a la falta de suelo industrial, una situación que, aseguró, ayudará a revertir el polígono de Torreblanca-Quatre Pilans. En esta línea, también pidió a las administraciones poner en marcha incentivos fiscales para intentar atraer la inversión.Por sectores, el 28% eran pymes ligadas al comercio, el 19% al de la construcción y el 12% a las actividades inmobiliarias. Del total, una tercera parte se instalaron en la capital de Segrià, mientras que una de cada cuatro lo hizo en el Alt Pirineu y Aran.
El 70% llegaron procedentes de otras zonas de Catalunya.Pese a que entre 2015 y 2020 se instalaron de forma anual una cincuentena de empresas en la demarcación, esta cifra, destaca el informe, no fue suficiente para cubrir el número de firmas que durante el mismo periodo abandonaron Lleida para instalarse en otros territorios. Un total de 428 empresas se “fugaron” a otras zonas, principalmente a Barcelona y Huesca, por lo que la estadística deja un saldo negativo de 87 sociedades. Además, según destaca el informe, uno de los factores que agrava más esta situación es que parte de las empresas que se trasladaron eran de mayores dimensiones de las que llegaron, lo que, aunque leve, pudo tener repercusiones a nivel laboral
El 90% de las empresas que llegan son microempresas y el 70% lo hace de otras zonas de Catalunya
Y es que, si bien Lleida cuenta con una capacidad de atracción de inversión más alta que urbes de características similares, la pérdida de tejido empresarial fue superior a la experimentada en estos territorios, que incluso llegaron a ganar empresas.
Esta tendencia negativa, con más “fugas” que llegadas de nuevas empresas se vio revertida en los últimos años en los que se realizó el estudio (2019 y 2020), gracias a los traslados que se produjeron impulsados por la llegada de la pandemia. Sin embargo, estos no fueron suficientes como para frenar el desequilibrio creado. Es por ello, que desde la Cámara de Comercio animaron al tejido empresarial y también a las instituciones de la demarcación a dar impulso a los puntos fuertes con los que cuenta la demarcación para revertir esta situación, recordando que atraer inversión y riqueza es un elemento central para la dinamización económica territorio y la calidad de vida.