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AGRICULTURA INVESTIGACIÓN

El IRTA presenta mejoras para poder “rejuvenecer” los almendros

Prácticas como el despunte o la poda severa para vigorizar los árboles || Fincas que pasaron al regadío a principios de siglo se acercan al final de su vida útil

El IRTA ha llevado a cabo las pruebas en una parcela demostrativa que tiene en Les Borges Blanques.

El IRTA ha llevado a cabo las pruebas en una parcela demostrativa que tiene en Les Borges Blanques.IRTA

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Las plantaciones de almendro que dieron el paso de secano a regadío a principios del siglo XXI se acercan al final de la vida útil de sus árboles, según el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). Por este motivo, a través del proyecto demostrativo Novametller, el IRTA ha trabajado para obtener y transferir al sector productivo información sobre las herramientas disponibles para renovar o rejuvenecer las plantaciones de almendro de regadío que se acercan a su envejecimiento. En este sentido, se han evaluado prácticas como el arranque de la plantación, el despunte o la poda severa, y el incremento del riego para vigorizar los árboles.

Todo ello para hacer más longeva la vida de los árboles y obtener una productividad más larga de los almendros. Estas pruebas se han llevado a cabo en una parcela demostrativa situada en la Finca Experimental del IRTA en Les Borges Blanques, que puede servir de itinerario formativo para ayudar a los agricultores. La información generada por el proyecto también se ha transferido al sector a través de diversas jornadas, visitas de campo, documentos técnicos y vídeos.

“El cultivo del almendro puede ser rentable económicamente, siempre que se realice un manejo correcto y eficiente, y esto ha pasado necesariamente por la transformación del cultivo de secano a regadío y la intensificación de su producción” destaca Xavier Miarnau, investigador del programa Fruticultura en el IRTA. Con el conocimiento conseguido por Novametller, los agricultores podrán hacer más provechosos sus cultivos mientras se aproxima el envejecimiento natural de las parcelas, a la vez que mejoran la sostenibilidad económica y ambiental de su producción.Lleida cuenta en la actualidad con un total de 20.162 hectáreas de almendros, de las que 16.800 se consideran productivas, según la conselleria de Acción Climática. La última campaña de producción ha sido pésima en volumen por las heladas del pasado abril con apenas 3.400 toneladas en cáscara, frente a las 13.306 de 2021.Esta campaña, la gran preocupación del sector es la sequía.

En las zonas sin regadío la producción está más que comprometida, mientras que los regadíos, como ocurre en el resto de producciones, se enfrentan al cierre de canales y a las restricciones en el acceso al agua, en el mejor de los casos para garantizar a supervivencia de los árboles.

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