El 80% de los nuevos afiliados en Lleida son trabajadores extranjeros

Los trabajadores extranjeros son claves para la marcha de la economía de la provincia de Lleida, no solo para el sector de la fruta sino para muchas empresas. Así lo pone de manifiesto el hecho de el incremento de afiliados a la Seguridad Social en la demarcación pivota sobre personal nacido en otros países. La Seguridad Social tiene contabilizado un incremento de 7.633 cotizantes en el último año, con cifras de junio pasado.

El colectivo de inmigrantes representan esos doce meses 6.187 altas, es decir el 81% del total. El mes pasado acabó con 51.224 extranjeros trabajando en las comarcas leridanas, supone el 24,38% de los 210.060 cotizantes totales en el sistema, lo que representa el 24,38% del total. En el mes de junio el incremento de afiliados totales fue de 5.793, un aumento del 2,84%.

En el colectivo de inmigrantes, el repunte fue de 5.076, un 11%, y en buena medida está marcado por el inicio de la campaña de la fruta, y con ella, de las necesidades de mano de obra tanto en las fincas como en las centrales. Y todo a pesar de que el sector advierte que está afrontando problemas a la hora de encontrar toda la mano de obra que necesita. La caída de las necesidades de empleados el año pasado por el hundimiento de la cosecha por las heladas, entre otras razones, ha hecho que muchos posibles candidatos a trabajar en la campaña frutícola hayan buscado empleo en actividades alternativas.

Los datos hechos públicos ayer sobre la afiliación de extranjeros coincide con la publicación del informe La inmigración en el mercado laboral en España, elaborado por el Observatorio Demográfico de la Universidad CEU-San Pablo. Entre otras cosas, apunta que la inmigración tiene en España un peso relevante y creciente entre la fuerza laboral (20% de los empleos en el primer trimestre de 2023 estaban ocupados por inmigrantes), y en especial en ciertos tipos de trabajos y sectores de actividad, como la agricultura o la construcción. Añade que en los últimos años, la inmensa mayoría del nuevo empleo neto lo ocupan extranjeros, cerca del 100% en el nuevo empleo privado.

Critica que “España está gestionando de forma pésima sus flujos migratorios, dados sus altísimos niveles estructurales de paro, tanto entre los españoles nativos como (aún más) entre los extranjeros –maquillados a la baja en las estadísticas oficiales–, pese a lo cual sigue llegando nueva inmigración de forma masiva, que en los últimos años es casi exclusivamente extracomunitaria”.