AGRICULTURA FRUTA
La pera Blanquilla inicia campaña con buenos calibres y producción
Es una variedad que ha perdido mucha superficie tras el veto de la UE a un regulador de crecimiento || Es especialmente apreciada en el centro y sur del Estado e Israel
La climatología ha adelantado también el inicio de la recogida de la pera Blanquilla, como ha ocurrido con otras frutas este verano. “Las previsiones son de una cosecha plena y con calibres importantes, teniendo en cuenta que la Blanquilla, como la Limonera, es una variedad a la que le gusta el calor. Así que tenemos buenos calibres y también buenas características gustativas”, según explicó ayer el presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué.
Uno de los agricultores que ha comenzado ya a coger esta fruta es Joan Blanch, en la partida Granyena de Lleida. Explica que la cosecha se adelanta del orden de una semana y apunta que los niveles de calidad son óptimos en su caso. Pese a ello, hay fincas en las que se aprecian pérdidas importantes de fruta quemada por el sol, explica Asaja.
Las previsiones de Afrucat y de la conselleria de Acción Climática estiman que Lleida producirá este año del orden de 5.610 toneladas de esta variedad, un 7% más que en 2022. Se trata de una pera que está en claro retroceso en las fincas de la demarcación desde que en el año 2001 la Unión Europea prohibió cycocel. Este es un regulador de crecimiento de los árboles y el no poder utilizarlo complica mucho el trabajo de los productores.
En estos momentos, la Blanquilla representa el 8% de la superficie de perales en la demarcación. Sin embargo, solo supone el 2% de la superficie con nuevas plantaciones en la provincia, según datos de Afrucat.La Blanquilla es una variedad que se destina tanto al mercado interior como a la exportación. Pere Roqué explica que su gran comprador internacional sigue siendo Israel, donde esta pera es muy apreciada.
En el caso del Estado, buena parte se dirige al centro y sur de España, afirma.Esta variedad, conocida por muchos popularmente como “pera de agua”, tiene un amplio período de comercialización, por lo que buena parte de la cosecha que sale ahora de los campos va directamente a las cámaras de frigoconservación.