SANIDAD VEGETAL
Lleida sufre una plaga de mosca de la fruta histórica que está causando grandes estragos
Parcelas sin apenas producción aprovechable y gastos disparados en aplicaciones para luchar contra los insectos ||Reclaman al ministerio de Agricultura ampliar el catálogo de productos autorizados
Sequía, solapamiento de producciones, falta de mano de obra en puntas de aclarado y recolección, precios a la baja en especial de calibres bajos y ahora la plaga de la mosca de la fruta. El sector frutícola de Lleida está afrontando una campaña especialmente difícil, que ahora se complica por esta plaga, para la que a lo largo de los años han ido decayendo productos fitosanitarios para luchar contra su propagación. La mosca de la fruta se ha manifestado en las fincas de la provincia, empezando por el Segrià, semanas antes de lo que solía ocurrir otros años y, además, con cantidades de insectos especialmente elevadas.
Agricultores de la zona afirman que nunca se habían enfrentado a la cantidad y virulencia de este año, tanto que si lo habitual era tener que tratar los árboles contra la mosca cada dos o incluso tres semanas, ahora lo tienen que hacer cuando solo pasan unos días y aún así no consiguen frenar su proliferación, con daños que en los casos más extremos puede hacer inviable la recogida de la fruta en algunas parcelas especialmente afectadas. Los payeses se ven forzados a tirar las piezas al suelo y pasar la picadora en un intento de evitar la proliferación. El ingeniero técnico agrícola y productor Francesc Xavier Miarnau explica que los costes en la lucha se han disparado con 300 euros por hectárea solo para colocar trampas más otros 500 para poder aplicar al menos cinco tratamientos con los apenas un par de productos autorizados.
Décadas atrás, apenas eran cien euros. En los últimos años, las autoridades han ido prohibiendo productos que se venían usando y ahora, ante la gravedad de la situación, Asaja pide al ministerio de Agricultura que se vuelva a ampliar el catálogo, según explica su presidente en Lleida, Pere Roqué.
Un problema productivo que se puede convertir en comercial
El problemas de la mosca de la fruta no solo es de producción, sino que se puede convertir en comercial. Si llega alguna pieza afectada, sin que se haya podido detectar antes, a la distribución, las empresas pueden exigir descuentos en las partidas o incluso devolverlas, según Francesc Xavier Miarnau. Para explicar los motivos de la gran proliferación de esta campaña, apunta diferentes aspectos. Por una parte, si quedan frutos en los árboles sin recoger del verano, la mosca aprovecha para hacer en ellas sus puestas.
Además, se ha pasado de fincas en las que se labraba la tierra, a contar con cubiertas vegetales. El cambio tiene grandes ventajas, como favorecer la materia orgánica del suelo, pero favorece el desarrollo de las pupas de la mosca. A ello se suma menos medios de lucha.