El consumo de la fruta dulce baja un 10% en las últimas campañas
El sector alerta de los problemas generados por la mosca y otras plagas
El ministerio de Agricultura reunió este martes en Madrid a los agentes del sector frutícola para hacer balance de la pasada campaña y analizar cómo está marchando la actual, en el que destacaron varios aspectos: la caída del consumo, la evolución de las exportaciones y la preocupación por las plagas y las restricciones de usos de materias activas para luchar contra ellas. Los datos del departamento que dirige Luis Planas sitúan en un 10% de media el descenso del consumo de fruta dulce, según explicó el presidente de Asaja de Lleida, Pere Roqué. Varía en función de las especies y, por ejemplo, la reducción fue de un 9,1% la pasada campaña en fruta de hueso, mientras que las tasas fueron superiores en manzana y pera. Desde la patronal catalana del sector, Afrucat, Joan Serentill recordó que la comparación se hace en buena medida con el período de pandemia, en el que la ingesta de fruta se incrementó. Con todo, dijo que la tendencia en la fruta dulce es descendente en un cambio de dieta en el que se han introducido otras, como el aguacate o el kiwi.
Sanidad vegetal
Pero una de las grandes preocupaciones hoy del sector llega de la mano de la sanidad vegetal, fundamentalmente porque cada vez tiene menos armas para luchar contra las plagas por las restricciones o veto al usode ciertas materias activas. Esta campaña los primeros problemas importantes llegaron con los trips y luego con la mosca de la fruta, explicó Serentill. Esta última ha tenido este año efectos especialmente graves en las fincas de Lleida favorecidas por la climatología. Pere Roqué dijo que el sector urge una reunión con el director general de Sanidad de la Producción Agraria del ministerio, Valentín Almansa, ante la gravedad de la situación en un contexto en que cada vez se reducen más las materias activas para luchar contra las plagas, combinado con la implantación del cuaderno de explotación. Serentill dijo que los problemas a la hora de eliminar la primera generación de mosca en esta campaña, por la gran presión de la plaga, se ha traducido, “por primera vez”, en daños por la mosca en manzanas. Roqué insistió en la necesidad de armas para luchar y Serentill dijo que “el sector pide un poco de comprensión por parte del ministerio ante la gravedad del problema y no nos quite la posibilidad de materias activas para luchar contra ellas” y que, por el contrario, apruebe excepcionalmente su uso