AVIVULTURA DE PUESTA
El fin de las jaulas, un problema para los productores de huevos
Bruselas trabaja en una nueva normativa mientras los granjeros advierten de sus consecuencias
Incremento de costes, reducción de oferta y aumento de precios
La Comisión Europea se fijó el objetivo de tener a finales de este año una propuesta legislativa para acabar con la cría de animales en jaula, una política que afecta de forma directa al 70% de la producción de huevos en Catalunya. Aunque de momento sólo hay filtraciones, el sector advierte de los riesgos que puede suponer tanto para los productores como para el consumidor. La directora de la Federación Avícola Catalana, Anna Toda, explica que el cambio del sistema obligaría a los granjeros y empresas a inversiones muy importantes, cuando en muchos casos aún no han acabado de costear las que supusieron el último cambio de normativa.
En 2012, la Unión Europea obligó a incrementar el espacio disponible para cada gallina ponedora. Además, Toda estima que acabar con las jaulas también provocaría un descenso de la cabaña de aves y, con ella de la producción de huevos. Con ello, llegaría el incremento de los precios al consumidor, por una parte, y la necesidad de aumentar las importaciones para cubrir las necesidades del mercado europeo. Tendría un efecto negativo para la balanza comercial, añade, pero también mermaría la soberanía alimentaria. Llegarían huevos de países con sistemas de producción que no cumplirían las exigencias que se imponen a los avicultores europeos.
La Federación Avícola Catalana destaca que nadie está en contra de las mejoras en el bienestar animal, pero advierte que los cambios deben hacerse con períodos transitorios suficientes, para poder adaptarse. Además, insisten en que es necesario que los avicultores puedan contar con respaldo por parte de la Administración para poder llevar adelante los cambios.
La previsión de Bruselas es que junto a la desaparición de la cría en granjas, se prohíban otras prácticas, como el sacrificio de pollitos macho o el recorte de picos de las gallinas, una mutilación contra la que se posiciona la Comisión. De momento, Bruselas ha hecho una consulta a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para conocer su opinión sobre la reforma. Tras contar con ella y cuando tenga un borrador, será el momento en el que previsiblemente abra contactos con el sector. Todo ello en medio de rumores de que el proceso se podría ralentizar, no desestimar, teniendo en cuenta la situación económica actual, con la lucha contra la inflación como uno de los grandes caballos de batalla en estos momentos.
El precio podría subir un 3,7% y la importación dispararse el 18%
La organización de productores agrarios y cooperativas comunitarias COPA-COGECA ha elaborado un informe en el que calcula cuáles pueden ser las repercusiones económicas de las nuevas restricciones que prevé la Comisión Europea.
Por una parte, considera que supondría un recorte de la producción que obligaría a que las importaciones crecieran entre un 5% e incluso un 18%. Paralelamente, considera que si el sector se tuviera que adaptar a esa hipotética prohibición en 2025, los precios se incrementarían en un 3,7%. Sería un nuevo problema para los bolsillos de los consumidores, ya golpeados por la inflación en general y por la de la cesta de la compra en particular. Catalunya es la quinta comunidad autónomas productora de huevos, con 4,24 millones de gallinas ponedoras, de las que 1,98 millones se encuentran en Lleida. Castilla La Mancha representa aproximadamente el 40% de la cabaña de todo el Estado.