ESNOTICIA
“Somos el pal de paller de l'Horta”
Mujeres de las partidas reivindican su papel clave en el desarrollo del campo y lamentan que han sido invisibilizadas
Las instituciones apuestan por revertir este agravio histórico
Mujeres que viven y trabajan en l’Horta fueron ayer las protagonistas del acto de conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural en Lleida, que organizaron la comisión de l’Horta de la Federación de Asociaciones de Vecinos y la Asociación de Productors de l’Horta. “Las mujeres de l’Horta sufrimos una doble discriminación: ser mujeres y vivir en un entorno rural. Somos las olvidadas del sector olvidado, pero somos imprescindibles, esenciales para el desarrollo del mundo rural, para la cohesión social, para la funcionalidad de la economía y para la pervivencia de l’Horta”, afirmó Anna Aragonés en el manifiesto de las Mujeres Payesas, que leyó junto a Dolors Sansa ante el monumento de la plaza dels Pagesos. “Somos el pal de paller de la pagesía de l’Horta, pero hemos estado totalmente excluidas de las responsabilidades jurídicas y económicas de la producción agraria. No hemos podido decidir y nunca hemos sido reconocidas. Siempre a la sombra del hombre, invisibles y secundarias, con una total falta de igualdad”, subrayó Aragonès.
Sansa añadió que “queremos hacer visible nuestro trabajo, esfuerzo y compromiso con l’Horta, participar y ser escuchadas, y no estamos dispuestas a dar ni un paso atrás en el camino hacia la igualdad”. “Entre todas, desmontaremos el sistema patrialcal que nos oprime. Reivindicamos el feminismo del campo. En lugar de ocupar plazas y calles, serán caminos y bancales. Tenemos que empoderarnos, tejer redes, romper esquemas y organizarnos. Por eso, mujeres de todas las partidas de Lleida nos constituimos como Grup de Dones de l’Horta de Lleida”, destacó. Asimismo, Dolors Comes, del Grup de Dones y de la comisión del l’Horta de la FAV, remarcó que “las mujeres de l’Horta hemos sido duranre generaciones y aún somos el motor de las empresas agrarias y ganaderas” de las partidas.Sandra Marco, alcaldesa de Soses y responsable de Igualdad de la Diputación, dijo que ella mismo, que no es ni payesa ni ganadera, es “un claro ejemplo de la falta de relevo generacional que ha acabado con muchas explotaciones agrarias”. Remarcó que desde la Diputación trabajan para “garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en todo el territorio, intentando que no se perpetúe un agravio que menosprecia a la mitad de la población”.
Por su parte, Carme Valls, concejala de Buen Gobierno y Políticas Feministas del ayuntamiento de Lleida, señaló que “queremos dar visibilidad a las mujeres rurales para subrayar su compromiso social, cultural y familiar con l’Horta, un rol silenciado” y apostó por “acabar con la discriminación que sufren las mujeres que viven y trabajan en entorno rurales y masculinizados”. “Hacen falta políticas que otorguen oportunidades de crecimiento a las mujeres en l’Horta”, indicó.La delegada del Govern, Montse Bergés, reconoció que “aún falta visibilizar” a las mujeres rurales. “Queda mucho por hacer como Govern, y como delegada en Lleida, que tiene un 80% de municipios rurales, estamos trabajando” en ello. Reafirmó la necesidad de acabar con el “agropartiarcado”, dijo que “es un reto difícil, pero lo podemos hacer”, y abogó por la “alineación de las instituciones y entidades” para avanzar.
«Me quedé viuda y me tuve que espabilar con la tierra»
“Yo cuando eran joven, me levantaba y me iba al bancal. Un día tocaba maíz, otro judías... Entonces l’Horta era una joya. La vida era dura, pero ahora también, incluso puede que más. No hacían falta tantas cosas para trabajar. Ahora hacen falta permisos para todo. Yo me quedé viuda a los 42 años con un trozo de tierra y me tuve que espabilar con el tractor y la maquinaria. No me tuvieron que enseñar nada porque ya lo había vivido con mi padre y con mi marido porque eran payeses de verdad. Era la titular de la finca y me gustaba ese trabajo. Y ahora, todavía vivo en l’Horta”.
«Me gusta recoger los frutos que yo he plantado»
“Yo soy la que llevo la finca. Me gusta recoger los frutos que yo misma he plantado. Mi nieto me dice que mis nueces son más buenas que las que de compra. Es que todo lo que recolectas,tiene otro sabor, mucho mejor. Pero no hay relevo generacional. Este trabajo es duro y la gente no quiere doblar el lomo. Las personas quieren tener fiesta los sábados y los domingos, pero aquí hay que dar de comer a los animales y no te puedes ir de vacaciones. Nosotras queremos preservar l’Horta, porque aquí se vive muy bien, muy tranquilos. Mis nietos también dicen que quieren vivir en l’Horta”.
Reconocimiento establecido por la ONU en 2007
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 15 de octubre como Día Internacional de las Mujeres Rurales y se conmemoró por primera vez en 2008. Lleida avanzó a ayer la celebración, con el reconomiento a las mujeres de l’Horta, la presentación en Arques de Rufea del libro Dones silenciades, de Marina Pifarré, y un concierto de música popular catalana de Ricard Seuma