ADV Ecológica de Ponent: 20 años impulsando cultivos 'eco'

La Agrupació Defensa Vegetal Ecològica (ADV) de Ponent, lleva 20 años acompañando a los pequeños y medianos agricultores leridanos que dan el paso hacia la producción ecológica e impulsando proyectos propios con el objetivo de potenciar la biodiversidad de las fincas.

Esta asociación sin ánimo de lucro nació hace dos décadas en Balaguer de la mano de un grupo de 10 payeses que necesitaban apoyo técnico para la transición hacia el cultivo ‘eco’. Actualmente cuenta con alrededor de 120 miembros que agrupan cerca de 2.600 hectáreas de terreno con plantaciones de todo tipo, desde frutales hasta olivos, pasando por las almendras y hortalizas, según explicó a SEGRE Laia Viñas, directora técnica de la ADV . Aunque su principal labor sigue siendo la de acompañar a los agricultores en este camino, a lo largo de estos años han ido surgiendo nuevas necesidades que han llevado a la asociación a impulsar nuevos proyectos. Así, a día de hoy cuentan, por ejemplo, con un banco de maquinaria compartida a la que los asociados pueden acceder cuando las necesiten, proyectos para intentar dar respuesta a la falta de relevo generacional en el campo o varios test para mejorar la biodiversidad. Con todo, según señaló Viñas, su proyecto más especial es el “Osmia”, que surgió el año 2017 fruto de la necesidad de encontrar polinizadores naturales de frutales con flor de difícil cuajado. Las Osmia son un tipo de abejas silvestres cuya población había disminuido en los últimos años. Por eso decidieron repartir entre sus socios interesados refugios, para que estos animales pudieran volver a incrementarse y seguir cumpliendo con su labor. “Esto es vital, porque sin abejas que polinicen no hay vida”, apuntó el presidente de la ADV, Joan Miret. La asociación también lleva estas “casitas” a los colegios, para concienciar también a los más pequeños. A pesar de que la ADV es un faro para los que quieren pasarse al “eco”, lo cierto es que cultivar de esta forma “no es sencillo”, apunta Viñas. La razón principal es la problemática que se encuentran los pequeños payeses para acceder a grandes cadenas de distribución, donde acuden el grueso de consumidores. Así las cosas, a pesar de que las explotaciones verdes han ido aumentando año tras año, y se prevé que sigan haciéndolo debido a las restricciones que vienen impuestas desde Europa, el consumo lo ha hecho más lentamente, sobre todo en estos último años. “La crisis actual está afectando mucho, los consumidores priman más el precio que la manera de hacer”, lamenta Miret.

La mitad de las fincas ‘bio’ catalanas están en Lleida

La demarcación de Lleida es la verdadera potencia del campo de Catalunya, pero especialmente en el sector de la producción ecológica. La mitad de las hectáreas destinadas a este tipo de forma de cultivar, dejando de lado la utilización de productos químicos de síntesis, se encuentran en las comarcas de Ponet, Alt Pirineu y Aran. En concreto estamos hablando de 139.917 hectáreas sobre un total de 272.883, según los datos oficiales de la conselleria de Acción Climática. Además la superficie certificada se ha multiplicado por treinta en este siglo, si tenemos en cuenta que en el año 2000 apenas había 4.511 hectáreas en Lleida. Cerca de un millar de agricultores y ganaderos de la demarcación, en concreto 971, han apostado por este tipo de producción, que si bien está creciendo año tras año se encuentra con el problema a la hora de la elaboración y la comercialización, teniendo en cuenta que los precios frenan el consumo en muchas familias. A la hora de la elaboración de productos “bio”, Lleida, con 271, se sitúa claramente por detrás de Barcelona y de Tarragona, que cuentan con 697 y 372, respectivamente. Girona cierra la estadística con 207. El porcentaje que representan los elaboradores ecológicos de Catalunya sobre el total del sector en el Estado se mantuvo alrededor del 10% hasta el año 2010. Sin embargo, en la actualidad uno de cada cuatro elaboradores “bio” de España se encuentran en las comarcas catalanas.