En busca de perales que se adapten al cambio climático

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria (ETSEA) de la UdL acogió ayer una jornada sobre la innovación tecnológica para el cultivo eficiente del peral, coorganizada con Agromillora, en la que se puso énfasis en elegir la mejor variedad posible de pera para la mayor adaptación en el entorno, tanto a nivel de plagas como de productividad.

En la última década el impacto del cambio climático, materializado en un incremento de las temperaturas estivales y del estrés de la planta, ha provocado el colapso de muchas plantaciones y de su productividad, lo que obliga a buscar alternativas, por lo que se incidió en que sin unas producciones adecuadas no hay futuro.Pero con una innovación varietal, casi inexistente en comparación con otras especies, el futuro seguirá basándose en las variedades tradicionales bien conocidas por los consumidores por su alta calidad gustativa. Tan solo tres variedades: Conference, Williams y Limonera, aportan el 75% de la producción estatal. Varias son las Denominaciones de Origen Protegida (DOP) existentes, como Pera de Lleida, para su valorización. Pero el reto actual es mejorar la productividad. Ello implica focalizar principalmente en el material vegetal, en concreto en los portainjertos. Además, en este foro se expuso la necesidad de disponer variedades menos sensibles o tolerantes a las principales enfermedades como el fuego bacteriano y plagas como la Psila y de la innovación en la aplicación de productos fitosanitarios para el tratamiento de los frutales. Como conclusión, se expuso que ahora más que nunca el peral es una alternativa interesante ante el colapso de algunos países productores, alternativa complementaria al melocotonero y manzano y una oportunidad interesante pero siempre de la mano de la mejor tecnología de producción y del mejor asesoramiento técnico.Tras la jornada, se llevó a cabo una visita en la que se hizo una demostración de poda en una finca en Rufea.