MEDIO AMBIENTE NORMATIVA
Las UE acuerda prohibir las calderas de gas en las viviendas en 2040
A partir de 2025 los gobiernos ya no podrán dar incentivos para instalarlas
Los sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles para calentar las viviendas o para generar agua caliente deberán ser erradicados en los países de la Unión Europea en el año 2040. Aunque la eliminación progresiva comenzará en 2025 con la supresión de las ayudas económicas que otorgan los gobiernos para instalar este tipo de calderas. Así se recoge en la nueva directiva de eficiencia energética de edificios EPBD pactada el pasado jueves por el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea después de más de dos años de negociaciones y coincidiendo con la COP28 de Dubai (más información en página 15). El acuerdo deberá ser ratificado ahora por el Parlamento y la Comisión. Después, cada Estado miembro deberá trasponer el ordenamiento jurídico, un proceso que se puede prolongar durante dos años, y establecer sus propios planes para conseguir el objetivo marcado, ya sea mediante incentivos o ayudas públicas o con otras estrategias. Cada país miembro deberá decidir su propio calendario de eliminación de calderas, con el año 2040 como límite. “El gas no tiene futuro en nuestras casas. Ahora es necesaria una acción urgente y más ambiciosa para establecer una fecha estatal de eliminación antes del 2040”, afirmó Davide Sabbadin, responsable de políticas climáticas del European Environmental Bureau.
La apuesta de Europa es sustituir las calderas de combustibles fósiles por bombas de calor, que funcionan con aerotermia. España es el quinto país de la UE con una menor tasa de venta de estas instalaciones, que deberían contribuir a reducir en gran medida tanto la factura como las importaciones de gas y las emisiones de CO2.La directiva EPBD forma parte del objetivo 55, con el que la UE intenta ejercer el liderazgo global en los acuerdos de reducción de emisiones en foros como la COP28. Esta normativa prevé que todos los edificios de nueva construcción, también los de viviendas, sean de “cero emisiones” a partir de 2030 y que los ya construidos se reformen para conseguirlo en 2050. Los edificios provocan más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Incluye la obligación de instalar energía solar fotovoltaica en los nuevos edificios y en los que sean renovados, y el parque residencial deberá reducir el consumo medio de energía
un 16% en 2030 y entre un 20% y un 22% en 2035.