ECONOMÍA ACUERDO
Las reglas fiscales de la UE limitarán deuda y déficit
Tras meses de deliberaciones obligarán a ajustes para cumplir con las exigencias
Acordes a la nueva situación postpandemia
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea cerraron ayer un acuerdo político para la reforma de las reglas fiscales que, tras cuatro años congeladas por la pandemia, vuelven a limitar la deuda y el déficit de los Estados miembro.
El pacto se forjó por videoconferencia tras meses de discusiones en el seno de la UE sobre el diseño del nuevo marco de gobernanza, una vez que Italia retiró sus objeciones para contar con más margen fiscal para impulsar la transición ecológica de la industria.Las nuevas reglas “darán certidumbre a los mercados financieros y reforzarán la confianza en las economías europeas”, subrayó la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, subrayando que son más “creíbles” y “realistas” y su diseño atiende a la realidad económica tras la pandemia. El pacto se forja tras concluir los últimos aspectos que quedaban pendientes sobre la velocidad a la que los países tienen que converger con la salvaguarda del déficit del 1,5%, que será en términos generales del 0,4% y puede llegar a flexibilizarse hasta el 0,25% si los gobiernos acreditan una serie de reformas e inversiones.El otro punto conflictivo era la desviación máxima permitida de los objetivos anuales de gasto neto, que quedarán en el 0,3% anual y el 0,6% en el total agregado del tiempo que dure el plan de ajuste. El resto de la propuesta incluye una reducción anual del 1% del PIB para los países con una deuda por encima del 90%, como es el caso de España, mientras que plantea un ajuste del 0,5% anual para los Estados miembro con una deuda entre el 60 y el 90%.También introduce un ‘colchón fiscal’ para los países con bajo déficit, pero una deuda superior al 90%, a los que pedirá reducir el déficit para tener un margen del 1,5% por debajo del límite del 3% para responder a posibles ‘shocks’ económicos, y permitiendo a los Estados miembro con una deuda inferior al 90% del PIB una reducción del déficit menor, hasta un colchón del 2%.