INVESTIGACIÓN AGROALIMENTARIA
Lodos de las depuradoras, opción viable de fertilización
Casi la mitad de las 120.000 toneladas que genera Catalunya ya se utilizan
El IRTA demuestra la viabilidad en los campos
Los lodos de las depuradoras se han demostrado como una alternativa sostenible y viable para la fertilización de los cultivos herbáceos. Así lo explica el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) al analizar el proyecto Demo Fangs, llevado a cabo en cultivos de invierno como la cebada y los resultados apuntan a que la producción y la calidad se mantienen en comparación con la fertilización mineral habitual.
En Catalunya, cada año se generan 120.000 toneladas de materia seca provenientes de las depuradoras de aguas residuales urbanas y casi la mitad de estos lodos tienen por destino la aplicación directa para la fertilización de cultivos, principalmente en cereales de invierno como la cebada. Esta es una manera de dar una segunda vida a la materia, favoreciendo al mismo tiempo la economía circular y la sostenibilidad de los campos. Ahora bien, la utilización de estos lodos (también llamados “biosólidos”) en la actividad agraria está regulada por diferentes normativas desde hace décadas, recuerda el IRTA.Para estudiar el grado de cumplimiento con esta normativa y también para comparar la productividad agrícola de los cereales de invierno fertilizados mediante el uso de estos lodos con otras formas de fertilización, el IRTA puso en marcha en 2022 el proyecto demostrativo Demo Fangs. Los investigadores han podido concluir que el nivel y los parámetros de calidad agronómica de la producción no presentan diferencias significativas entre las dos estrategias de fertilización: mineral o con lodos depuración de aguas residuales urbanas, conocidos como lodos de EDAR.Por otro lado, el proyecto también ha demostrado que la concentración de metales en el suelo y su aportación a la fertilización anual ha cumplido con los límites reglamentarios vigentes en cada momento. Sin embargo, este tipo de fertilización aumenta el contenido de materia orgánica del suelo, los niveles de nitrógeno total y el fósforo, respecto a la fertilización mineral, explica.