ECONOMIA
Caixabank es la única entidad financiera en 56 localidades de la provincia de Lleida
La firma tiene el compromiso de no abandonar los municipios donde es el único banco
La red consta de 80 oficinas en las que da servicio a 21.400 clientes con su plantilla de 339 empleados
Salir de casa e ir a la panadería, la farmacia o el banco a hacer alguna compra o gestión es para miles de leridanos una actividad natural porque viven en las ciudades o municipios más grandes de la demarcación. Pero para muchos vecinos de zonas rurales es todo un lujo y en muchas ocasiones se tienen que desplazar kilómetros a poblaciones del entorno para poder contar con estos servicios. Se convierte en un problema para una población en muchas ocasiones mayor. Uno de los servicios más preciados es el financiero. Caixabank tiene un total de 80 oficinas en la demarcación y destaca que la única entidad en un total de 56 localidades de la provincia que da servicio precisamente en esa Lleida rural. Destaca además un compromiso: no abandonar municipios en los que sea el único banco. “Es la forma de entender la inclusión financiera por parte de la entidad como una banca cercana y accesible, manteniendo inalterable su compromiso de estar cerca de los clientes”, explican fuentes de Caixabank.
Clientes y alcaldes de zonas rurales destacan precisamente la importancia de contar con una de estas sucursales. El alcalde de Organyà, Celestí Vilà, explica que solo en la localidad hay unos 320 vecinos mayores de 70 años y es importante que puedan tener una persona que entienda sus necesidades y les atienda, “porque a veces no saben utilizar los cajeros automáticos”. En esta población del Alt Urgell llegó a haber cuatro entidades bancarias, pero hoy solo queda Caixabank y un cajero de otro banco. Vilà destaca, además, que esta única sucursal supone un servicio para Organyà, pero también para una serie de poblaciones cercanas, como Cava, Coll de Nargó o Fígols i Alinyà, por poner algunos ejemplos, y evitar que sus habitantes tengan que desplazarse hasta La Seu d’Urgell.En la misma línea, la alcaldesa de Camarasa, Elisabet Lizaso, remarca también la importancia de mantener el cajero automático, un servicio que califica de vital. “Es una gran noticia y esperamos que se mantenga en el tiempo” la presencia del banco en el municipio de la Noguera. Una de sus vecinas, Maria Carme Tuà, afirma que es “que lo necesitamos”. Por ejemplo, ella trabaja en la cooperativa de Camarasa y “tenemos toda actividad en Caixabank”. Por comarcas la distribución de la presencia de Caixabank en la demarcación es de una oficina en el Alt Urgell, dos en la Alta Ribagorça, tres en la Cerdanya, cinco en Les Garrigues, nueve enla Noguera, seis en el Pallars Sobirà, siete en el Pla d’Urgell, trece en el Segrià, una en el Solsonès, seis en el Urgell y tres en la Vall d’Aran.“Esta amplia presencia en Lleida se complementa con una red de cajeros automáticos de última generación que permiten realizar la mayoría de las operaciones más habituales por parte de los clientes, como retiradas de efectivo, pago de recibos o transferencias, entre otras muchas funcionalidades”, explican fuentes del banco. En lademarcaciión, CaixaBank dispone de un total de 184 cajeros automáticos.El director territorial de CaixaBank en Catalunya, Josep Maria González, subraya “el compromiso de la entidad con Catalunya de estar cerca de las personas y de las empresas catalanas y darles cobertura financiera y atender sus necesidades, estén donde estén, a través de un excelente servicio”. González pone en valor “la capilaridad de la entidad que le permite ofrecer servicio a los clientes tanto en grandes ciudades como en pequeños municipios gracias a su amplia red de oficinas”.CaixaBank dispone en Lleida de un total de 80 oficinas, que dan servicio a los más de 214.000 clientes que tiene la entidad en las Terres de Ponent, a través de 339 empleados. Además, la entidad dispone de dos centros de empresa, ubicados en Lleida y Tàrrega, un centro de Banca Privada, un centro Store Pymes y un centro de Instituciones.La entidad cuenta ya con seis oficinas centenarias en la demarcación: Store Tàrrega, Store Plaza de la Sal, Store Balaguer, Store Cervera, Store La Seu d’Urgell, y Tremp. “Durante estos 100 años, las oficinas de CaixaBank han acompañado a los cambios socioeconómicos del municipio, estimulando el ahorro y la previsión, y ayudando a sus vecinos a poner en marcha sus proyectos profesionales y familiares”, explican fuentes del banco. “Las oficinas han evolucionado como lo han hecho los municipios, el país y la ciudadanía, adaptándose a las necesidades del entorno y sus clientes, con una máxima clara: visión de permanencia y vocación de servicio, profesionalidad y excelencia”, concluyen.
La presencia en las zonas rurales es clave para la inclusión financiera de sus vecinos “La amplia red permite ofrecer servicios a los clientes de ciudades y pequeños municipios” Los cajeros automáticos llegaron a las oficinas en 1979 y la estrella de Joan Miró lo hizo en 1982
Hace 100 años, en los rótulos de las oficinas no estaba la estrella de Joan Miró (hizo falta esperar en 1982), no había tarjetas de crédito, ni cajeros automáticos, ni ordenadores, ni mucho menos Internet. Desde el punto de vista estético y tecnológico, poco tenía que ver una oficina de entonces con una actual, pero hay algo que un siglo no ha conseguido cambiar: “la vocación de servicio y la proximidad al cliente”, explica la entidad. Todas estas oficinas se han convertido en testigos de excepción de la transformación política, social y económica, manteniéndose siempre muy pegadas al territorio. Años en los que también el sector financiero ha vivido una gran transformación, pasando la Caixa de caja de ahorros banco cotizado, CaixaBank, pero sin perder su vocación social, parte de su ADN .
A la hora de hacer balance, la entidad apunta que a lo largo del tiempo mantiene “los rasgos diferenciales de proximidad, compromiso social, capacidad comercial, modelo de gestión diferencial y la apuesta por un servicio de calidad. CaixaBank ha ido adaptando los servicios y la red de oficinas a los nuevos tiempos y requerimientos de los clientes”. En 1962 se inició la informatización y en 1969 se convirtió en el primer banco de Europa en introducir el teleproceso en tiempo real en sus oficinas. Las tarjetas de crédito llegaron en 1975, los primeros cajeros automáticos se implantaron en 1979, y en 1996 revolucionó el modelo de atención al público: fue pionera en prescindir en las sucursales de los mostradores de vidrio e implanta el primer la oficina abierta de atención personalizada.Las oficinas han continuado evolucionando e incorporando las nuevas tecnologías y potenciando la atención personal a la medida de cada cliente. El modelo Store de CaixaBank concibe las oficinas como espacios abiertos, accesibles y transparentes, que buscan una mejora de la experiencia y mayor proximidad y protagonismo de la atención personalizada. En ellas, el cliente tiene un gestor personal de referencia con el que puede concertar una cita previa. La estética de estas oficinas es completamente distinta a la convencional, con espacios amplios donde se eliminan las barreras físicas entre clientes y empleados.Este nuevo modelo de oficina dispone además de una amplia zona de cajeros disponibles las 24 horas. Son terminales que, además de permitir extracciones de efectivo, facilitan todo tipo de operaciones con tecnología avanzada para facilitar la experiencia de usuario. Los terminales también incluyen desarrollos de software y características de diseño especiales para favorecer la accesibilidad, tales como menús guiados por voz o ayudas en lenguaje de signos.
Centenarias o más jóvenes, CaixaBank cuenta con la mayor red de sucursales bancarias del Estado. Con unas 4.000 oficinas y presencia en más de 2.200 municipios, la entidad tiene una gran capilaridad geográfica que le permite estar siempre cerca de cliente y mantener, año tras año, su vocación de servicio, profesionalidad y excelencia.