La planta de proteína alternativa de Alcarràs, a finales del año 2025

Alcarràs busca consolidarse como el municipio de referencia para el desarrollo de alimentos de proteínas alternativas a la carne es decir, aquellas que se obtienen de fuentes como plantas, hongos, algas o insectos. Todo gracias a la instalación de la primera planta preindustrial del Estado dedicada a la extracción, producción y transformación de este tipo de proteínas alternativas, que se prevé que pueda estar en funcionamiento a finales del 2025. Como ya avanzó SEGRE el pasado junio, el proyecto, impulsado por la Generalitat, prevé una inversión inicialmente de 12 millones de euros, aunque se espera que esta se pueda ir ampliando gracias a la colaboración público-privada.

La empresa Ingal Ingeniería, especializada en industria agroalimentaria, ha resultado la adjudicataria del concurso público lanzado por el Govern para la elaboración del anteproyecto del complejo, que podría ubicarse en los terrenos donde está previsto que se instale el primer biopolígono industrial o en alguna parcela cercana. El “biohub” está promovido por la Generalitat y cuenta con apoyo de fondos de la UE para el desarrollo de objetivos de un modelo industrial sostenible. El proyecto final se presentará en abril y a partir de aquí el Govern deberá sacar a licitación su construcción con la vista puesta en que la misma pueda iniciarse este año y que el complejo entre en funcionamiento en un plazo de entre 15 y 18 meses, según explicó el encargado del proyecto de Ingal, Òscar Serrano. La instalación, que será de acceso abierto a cualquier empresa productora interesada en desarrollar alimentos alternativos, no será un centro de investigación y desarrollo, sino que irá más allá y el producto piloto podrá “escalar a un nivel preindustrial”, añadió Serrano. Concretamente, el complejo contará con una línea de producción de proteína vegetal aislada, una línea de extrusión por vía húmeda (para moldear producto), una línea de elaboración de producto final, una instalación dedicada a la fermentación de precisión, la planta piloto y un laboratorio de análisis. Cada empresa se haría después responsable de la producción masiva del producto que quiera lanzar al mercado. Para el funcionamiento de la planta, la previsión de Serrano es que tengan que trabajar de forma permanente entre 10 y 15 empleados. Serrano aseguró que hay muchas grandes empresas, sobre todo cárnicas, interesadas en este tipo de instalaciones.