El FMI eleva cuatro décimas la previsión de crecimiento del PIB español para el 2024, hasta el 1,9%

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado cuatro décimas la previsión de crecimiento del PIB español para el 2024, hasta el 1,9%, y mantiene en el 2,1% la mejora para el 2025. Según una declaración publicada este viernes por el personal técnico del organismo, la economía española ha demostrado una "gran resiliencia" en un contexto de "debilitamiento" en la zona euro y de endurecimiento de las condiciones financieras. A pesar de la revisión al alza, el FMI advierte que la reducción de la deuda y el déficit público en el Estado sigue "un ritmo lento" y defiende la aplicación de una orientación fiscal "restrictiva y sostenida". Entre las medidas sugeridas, el FMI apuesta por una supresión de las exenciones del IVA o, a largo plazo, alargar la edad de jubilación.

Según el Fondo Monetario Internacional, la mejora de las previsiones económicas responde a una evolución de la demanda interna más positiva de lo que se esperaba. El documento apunta a un incremento moderado de los ingresos reales y a una normalización progresiva de las tasas de ahorro, las cuales tendrían que impulsar todavía más el consumo. Al mismo tiempo, la transferencia de los fondos Next Generation y unas condiciones financieras que se vislumbran más relajadas tendrían que hacer repuntar la inversión privada.

Así, el organismo presidido por Kristalina Georgieva prevé que la inflación se estabilice en el medio plazo en cifras próximas al objetivo que persigue el Banco Central Europeo (BCE) del 2%. Si bien en los próximos meses apunta a "rebotes puntuales" motivados por la retirada progresiva de las medidas energéticas, prevé que la inflación se estabilice en torno al 2% a partir de la segunda mitad del 2025.

En paralelo, prevé que el paro estructural se situará en torno al 11%, después de una moderación del crecimiento del empleo y una normalización de las afluencias migratorias.

Deuda y déficit público

La declaración del personal técnico del FMI celebra las mejoras que ha alcanzado el Estado en relación a la reducción de la deuda y el déficit público el año 2023. No obstante, reconoce que la rebaja todavía va "a un ritmo lento", recordando que la deuda pública es del 107% del PIB. "La cifra es elevada y el espacio fiscal es limitado", lamenta el organismo.

De hecho, el documento prevé que el déficit público se sitúe en torno al 3% en los próximos años y la deuda en el 104% del PIB. A todo eso, alerta de un "gasto creciente" vinculado al envejecimiento de la población que generará "fuertes presiones adicionales sobre las finanzas públicas durante la próxima década".

En este sentido, el FMI subraya la necesidad de poner en marcha un programa de consolidación plurianual para mantener la deuda pública "en trayectoria descendente clara" y, al mismo tiempo "reconstruir el espacio fiscal". "El hecho de que la economía esté funcionando prácticamente a plena capacidad y se esté beneficiando de las transferencias de los fondos Next Generation justifican una orientación fiscal restrictiva y sostenida", defensa.

En el mismo texto, el personal del organismo considera que, más allá de las nuevas reglas fiscales aprobadas en la Unión Europea para los próximos años, España tendrá que seguir manteniendo un ritmo de consolidación fiscal. Y por eso, añade, harán falta "medidas suplementarias" y de carácter "más estructurales".

Entre las más destacadas, el FMI propone suprimir las exenciones al IVA, armonizar los tipos de IVA entre productos y elevar los impuestos medioambientales a niveles similares a los de otros países de la UE. Al fin y al cabo, siempre teniendo en cuenta las clases más vulnerables y acompañándolas de políticas activas de empleo y del incremento de la oferta de vivienda asequible.

En este punto, el organismo también se fija en las medidas que pretenden gravar los beneficios extraordinarios de entidades bancarias y empresas del sector energético. Al respecto, el FMI cree que la definición de "ganancias extraordinarias" tendría que quedar bien definida para minimizar "efectos que podrían provocar distorsiones" en el mercado.

Al mismo tiempo, y ya pensando en el largo plazo, la declaración apuesta por mejoras en la eficiencia del gasto público y políticas orientadas en hacer frente a la "creciente presión" derivada del envejecimiento de la población. En relación con esta cuestión, el FMI propone extender el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación, ampliar la edad de jubilación, reformar el sistema de subsidios para el desempleo para trabajadores de 52 años o más o introducir un crédito fiscal para los trabajadores con menores ingresos.