La manzana de montaña, sin cosecha por las heladas

Los productores de manzana de montaña del Pirineo y el Prepirineo se enfrentan a la peor cosecha de su historia. Las altas temperaturas de este invierno, donde se han alcanzado incluso los 25 grados, hicieron avanzar la floración de los árboles y las heladas de las últimas semanas de abril y primeras de mayo – que no son un fenómeno extraño en el Pirineo– han matado estas flores. “No ha sido algo puntual, han sido 10 días de heladas, algunas fuertes, con muchas horas de frío y hasta 4 grados negativos y otras más suaves, pero no nos habíamos encontrado nunca con que se alargaran tantos días”, lamentó Josep Pintó, presidente de la cooperativa Biolord, que cuenta con 12 socios productores de las comarcas del Pallars Sobirà, Alta Ribagorça, Solsonès, Berguedà y Cerdanya.

Hace 10 años de la primera cosecha comercial de manzana de montaña del Pirineo. Y en este tiempo han tenido temporadas buenas y otras peores, pero nunca antes se habían encontrado con un escenario como el que prevén este otoño. Los productores dan la temporada por perdida al 100%. Ante este escenario, Pintó subraya lo que para él es una evidencia, que “cultivar en montaña es una auténtica heroicidad”. “Los factores son más severos que en el llano: los vientos son más fuertes, las tormentas también lo son. Nos pedrega una media de 5 veces al año, la fauna salvaje también nos afecta muchísimo. Todo tiene un grado más de afectación que en el llano”, añadió.Para luchar contra episodios de heladas como el de este año, Pintó señaló que la mejor solución es implantar un sistema de riego por aspersión. El problema, dice, es que se necesita mucho caudal de agua, 40 litros por hectárea y segundo, y, además, es caro. Todo ello hace que muchos de los productores no puedan permitirse implantarlo.