Plan para sentar las bases del cooperativismo del futuro, con presupuesto de 15 millones

Sentar las bases de un cooperativismo agrario fuerte y de futuro, con una visión a diez o quince años vista. Este es el objetivo del plan Inter.coop de la conselleria de Acción Climática, diseñado conjuntamente por la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya, según explica su presidente, Ramon Sarroca. Es un programa que cuenta con un presupuesto de 15 millones de euros para las anualidades 2025, 2026 y 2027 por parte de esta conselleria. Además, se prevén otros 4,5 millones de fondos nucleares, en este caso para los dos próximos ejercicios. De momento, el departamento que dirige en funciones David Mascort ha publicado las bases de este proyecto, en el que se definen no solo las prioridades sino los apoyos económicos a los que pueden optar las diferentes entidades. Ahora el sector está a la espera de que se publique la convocatoria de estas ayudas. “Hay muchas entidades que tienen todo preparado para empezar a trabajar y esperan esta convocatoria para poder llevar adelante sus proyectos”, afirma.

Este plan pretende ser más ambicioso que los anteriores y apuesta por la colaboración de las cooperativas en todos los planos posibles. Desde la intercooperación, como puede ser la venta conjunta, a las fusiones, pasando también por la creación de nuevas empres para dar respuesta a las necesidades de las explotaciones. Todo ello respetando la sostenibilidad ambiental, social y económica y apostando por la transformación digital y robotización, la promoción de los productos y el impulso al tejido cooperativo. En este último punto, se apuesta por buscar fórmulas para fortalecer las bases con socios de las cooperativas. Por ello, se establecen tres líneas de ayudas. Por una parte, para la incorporación de nuevos socios que entran así en el mundo asociativo. Por otra, se decide dar respaldo económico también a socios menores de 55 años que puedan hacer crecer sus explotaciones un 25%. Por último, se busca dar continuidad a las actividades, con apoyo asimismo para los socios cedentes. Se trata de payeses a punto de retirarse de la actividad y que pueden cederla a otro para garantizar la producción y el tejido asociativo de las cooperativas.Una serie de líneas de actuación con las que se quiere “pasar de 200 cooperativas a un número más reducido en el mercado, pero que estén más musculadas y preparadas. Todo ello enraizado en el territorio y dando servicio”, explica Sarroca.