BELL-LLOC
El grupo Teresa Carles aprueba ampliar capital en once millones de euros
Estudia la posible entrada de nuevos accionistas
Firmas interesadas en la planta de Fraga, que ha suspendido el turno de tarde de platos elaborados
El Grupo Teresa Carles Flax & Kale ha aprobado una ampliación de capital de once millones de euros para seguir adelante con el plan de negocio centrado en tres líneas: restaurantes, producción de kombucha y elaboración de platos elaborados. Según explicaron ayer fuentes de la compañía, se estudia además la posibilidad de dar entrada a nuevos accionistas.
La línea de kombucha está establecida en su planta leridana de Bell-lloc, un proyecto para el cual anunció una inversión de 7 millones de euros el año 2022. Por su parte, los platos elaborados se producen en la planta de Fraga, que adquirió hace dos años. Fuentes del sector apuntan a la existencia de empresas interesadas en esta factoría.
En la actualidad trabaja en un turno de mañana y los empleados de la línea de tarde han sido trasladados a la factoría de Bell-lloc, según explicaron ayer desde de UGT. Fuentes de la empresa relacionan el cambio con un aumento de la demanda de kombucha en pleno verano y por lo tanto con necesidades de producción dentro del grupo.
Restaurantes
La tercera línea de negocio por parte del grupo agroalimentario es la de restaurantes Flax & Kale. Acaba de entrar en lo que califica como categoría de viajes y nada más ha inaugurado un establecimiento en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según explicó ayer.
El Grupo ha obtenido 4,3 millones de euros del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Agroalimentario, canalizados a través del proyecto que lidera junto con otras empresas bajo el nombre From Green tono Healthy y que obtuvo un total de 26,7 millones de euros, que invertirá en optimizar los procesos productivos, digitalizarse y avanzar en la transición energética.
Así se explicó en la reciente visita a la planta de Bell-lloc d'Urgell del ministro de Indústria, Jordi Hereu.
A finales del año pasado y coincidiendo con el hoy presidente en funciones, Pere Aragonès, la compañía anunció que había llegado a una facturación de 5,6 millones de euros sólo con las ventas de la kombuchay que se encontraba en plena fase de expansión internacional.
La firma comercializaba en aquel momento la bebida probiótica en mercados del Reino Unido, Holanda, Bélgica, Austria, Rumania, Hungría y la República Checa, y confiaba en convertirse en un referente comercial del sur de Europa.