AGRICULTURA PREVISIONES
El sector forrajero de Lleida aumentará este año su producción en torno al 25 por ciento
Después de que el verano pasado estuviera marcado por la sequía y el cierre del Canal d'Urgell
El cereal de invierno cierra una campaña atípica por la disparidad de rendimiento y precios bajos
La campaña forrajero de este año se presenta muy diferente a la del pasado ejercicio, que estuvo marcado por la sequía y el cierre del Canal d’Urgell en el caso de la provincia de Lleida. Para este año, las primeras estimaciones auguran un incremento de la producción que rondará el 25 por ciento. En concreto, la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada, AEFA, anticipa las primeras estimaciones sobre la producción de alfalfa y otros forrajes deshidratados que aumentaría cerca de un 15% en el conjunto del Estado, según los primeros datos de producción y superficies de cultivo publicados por la asociación.
La producción en España para esta nueva campaña 2024/25, pasaría de las 980.000 toneladas en la campaña anterior a más de 1.100.000 para este año. En cuanto a la distribución de los forrajes procesados, estará dominada por la produccion de balas de alfalfa deshidratada que alcanzaría el 52,4%. Por su parte, el formato granulado o pellets alcanzaría un 23,7% de la producción, la avena forrajera supondría un 7,3%, mientras el 16,6% correspondería a la producción de otros forrajes (festuca, ray gras, vezas o forraje mix).La producción aumentará en la mayoría de las zonas productivas, encabezadas por Navarra (27%), Catalunya (25%) donde prácticamente toda la superficie se concentra en las comarcas de Lleida o Castilla La Mancha (23%). En Castilla y León crecería un 19% y en Aragón un 10%.En cuanto a la superficie destinada a la producción de forrajes deshidratados de cara a esta campaña, se estima que será ligeramente superior a las 106.000 hectáreas. Estos datos suponen un aumento del 9% respecto al pasado año. Un total de 90.755 hectáreas serían de regadío, mientras los secanos destinados a la producción de forrajes superan las 15.000 ha., la gran mayoría en Castilla y León. Este incremento puede deberse a dos factores. Por una parte, explica Aefa, la seguridad que ofrecen los cultivos forrajeros menos afectados por condiciones climáticas adversas, que tanto han sufrido en los últimos años. Por otra, las ventajas que ofrece la nueva PAC si se opta por cultivos mejorantes como la alfalfa. Por otra parte, los productores de cereal de invierno han cerrado una campaña atípica por el gran contraste de rendimiento entre las diferentes zonas productoras y por los precios bajos debido a los elevados costes. Mientras que en algunos sitios la cosecha ha sido muy buena y de calidad, en otros ha sido peor, incluso, que la del año pasado, que estuvo marcada por la sequía y la pérdida de buena parte de la producción. Éste último es el caso, por ejemplo, de la zona central de la Segarra.