Lleida tendrá la tercera campaña de aceite marcada por la baja cosecha

Los productores de aceite de oliva de Lleida se encaminan a la tercera campaña marcada por la sequía, que volverá a diezmar la producción salvo en las fincas que cuentan con riego de apoyo. Así lo explicó ayer el presidente de la Denominación de Origen Les Garrigues, Enric Dalmau, que calcula que el sector, en el mejor de los casos, repetirá los volúmenes de producción de la campaña actual. La conselleria de Acción Climática estima la producción de esta campaña 2023-2024 en los 8.667 toneladas, muy por debajo de las 10.009 de la temporada 2021-2022.

Los oleicultores confiaban en una buena cosecha porque la meteorología fue la óptima hasta el pasado mes de mayo, recuerda Dalmau. Pero a partir de ese momento las temperaturas comenzaron a subir mientras las lluvias no llegaban a las fincas de las zonas de olivares tanto de Lleida como de Tarragona, explica. En el momento de la floración, el calor hizo caer muchas flores al suelo y con ello se arruinaba la cosecha de amplias zonas. Si lloviera en estos momentos, la recuperación de cosecha sería mínima, pero sería especialmente importante para los olivos, que padecen tres años de estrés hídrico. Las últimas cifras oficiales de la conselleria de Acción Climática cifran en 25.688 las hectáreas de olivos de secano en producción en las comarcas de Lleida. Además, hay otras 9.221 en sistema de regadío.En estos momentos, las firmas de la denominación de origen apenas tienen estock para enlazar la actual campaña con la próxima, que comenzará en noviembre con el inicio de la recogida de las primeras olivas. En la actual se han reducido las exportaciones porque las empresas han primado abastecer a los clientes del mercado interior. Mientras que en Lleida y Tarragona la próxima campaña se anuncia muy corta, en Andalucía, principal zona productora del mundo, la situación es diametralmente opuesta. Las lluvias caídas en esa comunidad permitirán que recupere potencial productivo. Esa situación a buen seguro repercutirá en los precios, que habían alcanzado cotas históricamente altas. Como publicó SEGRE, el ministerio de Agricultura prevé que los precios se sitúen por debajo de los altos niveles de la actual campaña. El Gobierno eliminó de forma temporal el IVA para el aceite de oliva el pasado 1 de julio dentro de las medidas contra la inflación ante el elevado precio que ha alcanzado en los últimos meses.