Los payeses urgen una política de apoyo para redes antipedrisco

Las organizaciones agrarias y la patronal del sector de la fruta, Afrucat, fueron unánimes ayer al valorar la necesidad de que se articulen medidas de ayuda para que los agricultores puedan poner redes antipedrisco en sus explotaciones. Se presenta como la fórmula de plantar cara al granizo, por encima de los cañones de ondas de acetileno, como el instalado en Fraga y que ha desatado la polémica, o el que está ubicado en Torrebesses. El ingeniero técnico agrícola Francesc Xavier Miarnau advierte que la inversión difícilmente es asumible por buena parte de los agricultores. Solo la instalación de las mallas puede representar una inversión de 25.000 a 35.000 euos por hectárea.

El gerente de Afrucat, Manel Simon, defendió que la absoluta prioridad de los productores es cubrir sus cultivos, pero que solo se puede hacer en función del valor añadido que generan las explotaciones. Considera que el apoyo a los productores en este aspecto debería ser lo que calificó como política de país. Puso como ejemplo el caso de Hungría, donde afirmó que existen subvenciones del 60 al 80% para afrontar los costes de la protección de los cultivos. En ella se incluye desde ventiladores y quemadores con aire caliente para intentar minimizar daños por heladas a las mallas para luchar contra los estragos que provocan las tormentas de granizo. En Italia, añadió, también existen subvenciones. Simon fue más allá y advirtió que dentro de estas políticas claves deberían incluirse también programas específicos de lucha contra plagas que se daban por controladas pero que en las últimas campañas han vuelto a tomar fuerza y virulencia, como el caso de la mosca de la fruta.Desde Jarc, Sergi Balué, defendió la urgencia de poder instalar sistemas antipedrisco por que “no se puede vivir del seguro ni perder el trabajo de todo un año en apenas cinco minutos de tormenta”. Jaume Gardeñes, de UP, también defendió la necesidad de poder luchar contra el pedrisco con mallas. Pere Roqué, desde Asaja Lleida, apuntó que la demarcación registra entre diez y doce tormentas con granizo cada campaña y que será necesario buscar información detallada sobre cómo se puede paliar los efectos negativos que golpean al sector.