AGRICULTURA ANÁLISIS
Lleida pierde el 42% de perales en 20 años y su productividad es la mitad que la belga
Expertos destacan que es un cultivo con futuro apostando por genética que garantice árboles con 20 e incluso 30 años de vida útil. Es una fruta que aguanta mejor las crisis de precios en los mercados
Un momento de la visita a un campo de perales. - IGNASI IGLESIAS
El cultivo de perales en Lleida ha sufrido un retroceso superior al 42% en poco más de veinte años. Ha pasado de las 15.511 hectáreas que ocupaba en el año 2022 a las 8.919 contabilizadas por la conselleria de agricultura este verano. Este retroceso ha tenido lugar al tiempo que crecía la superficie destinada a melocotones, nectarinas y paraguayos.
El cambio ha venido dado por una reorientación productiva de muchas fincas. Sin embargo, expertos en fruticultura destacan que se trata de un cultivo con futuro en las comarcas leridanas si se apuesta por la genética y la innovación en variedades como la Williams ya Limonera, en buena parte, al igual que la Conference. Con ello se puede conseguir árboles con vidas útiles de veinte e incluso treinta años, según explicó a SEGRE Ignasi Iglesias, technical manager de de Agromillora, tras la jornada técnica sobre innovación tecnológica en peral celebrada esta semana en Lleida.
La caída de superficie de perales en Lleida, indicó, no es una exclusiva, sino que en España ha pasado de 39.000 a 19.000 hectáreas y el conjunto de Europa “ha reducido a la mitad su producción en los últimos 15 o 20 años”, con drásticas reducciones también en Italia y Francia. Países Bajos o Bélgica se mantienen como potencias europeas, pero no solo en volumen de kilos, sino en productividad. Iglesias explicó que en la jornada se puso de manifiesto que mientras los productores belgas producen del orden de 43 toneladas de pera Conference por hectárea, en el Valle del Ebro y España en general apenas son 21, un dato preocupante a la hora de competir.
De cara al futuro, Iglesias destacó la oportunidad de mejorar en el cultivo, sin obviar los problemas derivados por ejemplo del fuego bacteriano y también del cambio climático y las anomalías térmicas que está generando. Se refería así al hecho de que se han registrado máximas hasta 7 grados superiores a lo que era de esperar en primavera y verano.
Con todo, destacó que las soluciones de futuro para el cultivo en Lleida pasan por apostar por la genética nueva que existe en variedades Williams y Limonera, por ejemplo, con lo que calificó como “vigor adecuado para estas variedades. Se pueden conseguir perales con una durabilidad de veinte e incluso treinta años innovando técnicamente, insistió.
Todo ello, dijo, teniendo en cuenta que la pera es la fruta de Lleida que mejor afronta las crisis de precios en las campañas con problemas de precios. “Mientras melocotones o nectarinas han tenido años con pérdidas importantes por el derrumbe de cotizaciones, la situación no se repite en la pera”, aseguró.
La jornada técnica contó con la participación de unas 160 personas, estuvo organizada por Agrónomos, Agromillonra y Quality Plant e incluyó una demostración de poda en una fnca de Germans Griñó.
