Adiós a pagar por las transferencias instantáneas: serán gratis desde enero del 2025
El Parlamento Europeo aprueba nuevas reglas que equiparan el coste de las transferencias instantáneas a las convencionales, afectando a bancos como Santander, BBVA y CaixaBank
A partir del próximo 9 de enero, los bancos en España y en toda la Unión Europea estarán sujetos a una nueva normativa que promete revolucionar la operativa bancaria en cuanto a transferencias se refiere. El Parlamento Europeo aprobó el pasado febrero un reglamento que impone a las transferencias instantáneas el mismo coste que a las convencionales, lo que en la práctica supone la gratuidad de este tipo de operaciones.
Hasta ahora, mientras que las transferencias ordinarias solían ser gratuitas en la mayoría de entidades, las instantáneas tenían un coste que oscilaba entre los 0,95 y los 12 euros. Con la nueva normativa, los bancos tendrán que igualar el coste de ambos tipos de transferencias, a menos que decidan encarecer las convencionales, algo poco probable dado el alto nivel de competencia en el sector.
Un cambio de calado en la operativa bancaria
La adopción de estas nuevas reglas por parte del Parlamento Europeo se produjo el pasado 7 de febrero, fijándose un plazo de 20 días tras su publicación en el Diario Oficial de la UE y un período de adaptación de nueve meses que concluye ahora. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "muchos bancos españoles llevan tiempo ofreciendo transferencias inmediatas, pero pocos consumidores las usan y prefieren las transferencias ordinarias, que son a menudo gratuitas, mientras que las otras no lo son por lo general y pueden tener un coste elevado".
Este cambio normativo llega en un momento en el que los pagos instantáneos con el móvil, a través de plataformas como Bizum, se han convertido en algo cotidiano para gran parte de los ciudadanos. Consciente de esta realidad, la Unión Europea busca con este nuevo reglamento hacer las transferencias bancarias más dinámicas, sencillas y accesibles.
Transferencias inmediatas y gratuitas a partir de 2025
Aunque el nuevo reglamento comienza a aplicarse 20 días después de su publicación en el BOE, las entidades bancarias y servicios de pago de la UE tienen hasta 9 meses para preparar sus sistemas para recibir transferencias instantáneas y hasta 18 meses para que sus usuarios puedan realizarlas. Esto significa que antes del 9 de octubre de 2025, todos los bancos deberán ofrecer transferencias inmediatas sin costes adicionales respecto a las convencionales.
Actualmente, según datos del portal financiero HelpMyCash, las transferencias por Bizum (inmediatas pero sin IBAN) supusieron en 2023 el 48,52% del total, mientras que las transferencias inmediatas con IBAN apenas representaron un 5,09%, un porcentaje que se espera incrementar significativamente con la entrada en vigor de la nueva normativa.
Impacto en el sector bancario español
La aplicación de este nuevo reglamento tendrá un impacto significativo en el sector bancario español, donde entidades líderes como Banco Santander, BBVA o CaixaBank tendrán que adaptar su operativa y sus tarifas a las nuevas exigencias. Esto podría suponer una reducción de ingresos por comisiones para los bancos, pero también una oportunidad para diferenciarse en términos de calidad de servicio y agilidad en las operaciones.
Además, se espera que la generalización de las transferencias instantáneas gratuitas impulse aún más la adopción de los pagos digitales y móviles en España, un país que ya destaca por su alta penetración en este tipo de servicios. Según un informe reciente de la consultora McKinsey, España es el segundo país europeo, solo por detrás de los Países Bajos, en el uso de pagos móviles, con un 53% de los consumidores utilizando regularmente este tipo de soluciones.
La entrada en vigor del nuevo reglamento europeo sobre transferencias instantáneas supone un cambio de calado en la operativa bancaria, que tendrá un impacto significativo tanto para los consumidores como para las entidades financieras. La gratuidad y la inmediatez de las transferencias prometen revolucionar la forma en que los ciudadanos mueven su dinero, impulsando aún más la adopción de los pagos digitales y móviles. Los bancos, por su parte, tendrán que adaptarse a este nuevo escenario, buscando fórmulas para compensar la posible reducción de ingresos por comisiones y apostando por la diferenciación en calidad de servicio y agilidad operativa.