FISCALIDAD RECOMENDACIONES
Inversiones en eficiencia energética o aportar a los planes de pensiones para rebajar IRPF
Los contribuyentes tienen hasta fin de año para hacer las últimas operaciones que pueden salir a cuenta en la declaración la próxima primavera. Algunos rendimientos del trabajo en especie, exentos
Los contribuyentes pueden aprovechar el tramo final del año para hacer ciertas operaciones que les permitan ahorrar en la factura del IRPF de 2024, que se liquidará en la primavera de 2025, desde comprar un coche eléctrico hasta mejorar la eficiencia energética de su vivienda. La presentación de la declaración de la renta será obligatoria, entre otros, para los contribuyentes con rentas del trabajo superiores a 15.876 euros, quienes hayan cotizado en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) y quienes hayan cobrado una prestación de desempleo.
Los expertos de Aedaf y el Consejo General de Economistas recuerdan, por ejemplo, que la compra de vehículos eléctricos enchufables y la instalación de sistemas de recarga de batería disfrutan de una deducción del 15% en el IRPF, con una base máxima de 20.000 euros y 4.000 euros, respectivamente, siempre que se haga antes del 31 de diciembre.
Los contribuyentes que hagan actuaciones para mejorar la eficiencia energética de su vivienda habitual o en alquiler pueden deducirse el 20 o el 40% de lo invertido siempre que reduzcan en al menos un 7% la demanda de calefacción y refrigeración o en un 30% el consumo de energía no renovable, respectivamente. En el caso de que las obras afecten a un edificio residencial completo, la reducción es del 60%.
Las aportaciones a planes de pensiones disfrutan de una reducción del 30% en el IRPF hasta una base máxima de 1.500 euros, que puede incrementarse en 8.500 euros adicionales cuando este instrumento reciba aportaciones empresariales.
Aquellos contribuyentes que se jubilaron en 2022 tienen hasta final de este año para rescatar su plan de pensiones en forma de capital con una reducción del 40 por ciento para las aportaciones completadas antes del año 2007.
Algunos rendimientos del trabajo en especie, como el seguro de salud o los vales de comida, están exentos de tributación, por lo que se puede negociar con el empleador el cobro de parte del salario a través de estas vías.
La inversión en empresas de nueva o reciente creación disfruta de una deducción que, en algunos casos, puede llegar al 50% sobre una base máxima de 100.000 euros.
Los contribuyentes que tengan un inmueble en alquiler pueden aprovechar las últimas semanas del año para hacer inversiones de mejora, como pintar las paredes, que después se pueden deducir. Además, en el caso de viviendas ubicadas en una zona tensionada, existe la opción bajar el importe o alquilar a una persona joven para disfrutar de mayores reducciones.
Los contribuyentes que compraron su vivienda antes de 2013 todavía pueden aprovechar la deducción por inversión en vivienda habitual, que les permite deducir las aportaciones a su hipoteca hasta un máximo de 9.040 euros.
Asimismo, aquellos contribuyentes que hayan obtenido a lo largo del año ganancias patrimoniales –por ejemplo, por la venta de un inmueble– pueden intentar compensarlas con la venta de algún elemento patrimonial que vaya a suponer una pérdida.
Desde los donativos a las hipotecas anteriores a 2013
Los donativos a entidades sin ánimo de lucro disfrutan de una deducción del 80% para los primeros 250 euros y el 40% para el resto, aunque puede alcanzar el 45% si se trata de un donativo habitual.