ÓBITO EMPRESARIOS
Estamariu da a Joan Planes un multitudinario adiós
La voluntad del empresario fue que el funeral acabara con vermut y comida. La capilla ardiente se instaló dentro de la iglesia
Medio millar de personas, entre familiares, vecinos, empresarios y amigos dieron ayer el último adiós al presidente de honor y fundador de Fluidra, el pirenaico Joan Planes. Lo hicieron en su pueblo natal, en Estamariu, donde la familia se encargó de habilitar una carpa junto a la iglesia de Sant Vicenç, templo románico que sirvió de capilla ardiente con un mar de flores que acompañó al empresario las horas previas a la ceremonia. En un entrañable funeral, amigos y familia le rindieron homenaje. La primera fue su mujer, Teresa Corts, que le dedicó la lectura de un pequeño fragmento del libro de El Principito, también sus hijos y nietos pronunciaron unas palabras de recuerdo. La misa la ofició Mosén Ignasi, acompañado por Mosén Mauri y otros religiosos, que recordaron el paso de Planes por el seminario. No faltaron los toques entrañables para recordar que “Joan tenía muchas ganas de hacer cosas y lo que más le preocupaba era no tener tiempo de hacerlas todas” y así, con un toque de humor, aseguraron que “ahora en el cielo deben de estar temblando porque seguro que hará alguna multinacional, ni que sea de ángeles”. Una de las voluntades del difunto fue acabar con un vermut y una comida en la plaza del pueblo. Y así fue.