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Las cinco novedades de la reforma de las pensiones en España: más flexibilidad y más exigencias
Cambios clave en 2025 en jubilación activa, parcial y complemento de demora. Retos para empresas y autónomos con el Baby Boom
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El gasto en pensiones ha crecido en España un 6,2% en febrero, hasta los 12.668 millones de euros. - A. PÉREZ MECA / EUROPA PRESS
A partir del 1 de abril de 2025, entra en vigor una nueva reforma del sistema de pensiones en España, establecida por el Real Decreto-ley 11/2024, que introduce cambios significativos en la compatibilidad entre jubilación y trabajo. La medida llega en un momento clave, cuando el país se enfrenta a la inminente jubilación de la generación del Baby Boom, un reto demográfico que pondrá a prueba la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Solo 1 requisito para la jubilación activa
Uno de los cambios más relevantes de la reforma es la flexibilización de la jubilación activa, que permitirá compatibilizar pensión y empleo sin la exigencia previa de haber cotizado lo suficiente para obtener el 100% de la base reguladora. A partir de abril, el único requisito será haber retrasado la jubilación al menos un año. Esto supone una ventaja para aquellos trabajadores que, pese a no haber alcanzado el tope de cotización, deseen seguir en activo mientras perciben parte de su pensión.
No obstante, la cuantía a percibir dependerá del tiempo de demora en el retiro: si el trabajador retrasa la jubilación solo un año, cobrará inicialmente el 45% de su pensión, este porcentaje del importe de la pensión de jubilación se calculará en función del número de años que se haya demorado el acceso a dicha pensión de acuerdo con la siguiente escala:
a) Si se demora un año el acceso a la pensión de jubilación de acuerdo con lo establecido en el apartado 1.a), el porcentaje será del 45% de la pensión.
b) Si se demora dos años el acceso a la pensión de jubilación, el porcentaje a percibir será del 55% de la pensión.
c) Si se demora tres años el acceso a la pensión de jubilación, el porcentaje será del 65% de la pensión.
d) Si se demora cuatro años el acceso a la pensión de jubilación, el porcentaje será del 80% de la pensión.
e) Si se demora cinco años o más el acceso a la pensión de jubilación, el porcentaje será del 100% de la pensión.
Complemento de demora y jubilación activa: ahora compatibles
Hasta ahora, el complemento de demora, que incrementa la pensión en un 4% por cada año de retraso en la jubilación, era incompatible con la jubilación activa. La nueva normativa elimina esta restricción, permitiendo a los trabajadores beneficiarse de ambas medidas simultáneamente. Este complemento también incorpora una novedad: a partir del segundo año completo de demora, podrá generarse un incremento del 2% cada seis meses, en lugar de exigir periodos anuales completos.
Sin embargo, se establecen límites al complemento de demora, de manera que la pensión no podrá superar los 4.207,71 euros mensuales tras aplicarse estos incrementos.
Jubilación parcial: cambios en la anticipación y el contrato de relevo
La jubilación parcial también se transforma con esta reforma. A partir de abril, los trabajadores podrán anticipar su jubilación parcial hasta tres años antes de la edad legal, con una reducción de jornada de hasta el 75%, aunque el primero de estos tres años la reducción máxima será del 33%. Además, con esta reforma la tabla de acceso a la jubilación parcial queda eliminada y el nuevo requisito será acreditar un período de cotización de treinta y tres años en la fecha del hecho causante de la jubilación parcial, en el supuesto de personas con discapacidad en grado igual o superior al 33%, el período de cotización exigido será de veinticinco años.
Uno de los aspectos más controvertidos del cambio es la exigencia de que los contratos de relevo sean indefinidos y a tiempo completo. Además, las empresas deberán mantener al relevista durante dos años tras la jubilación parcial del empleado, so pena de tener que devolver las bonificaciones obtenidas.
Industria manufacturera: una jubilación parcial más cara para las empresas
El sector de la industria manufacturera, que había contado hasta ahora con condiciones favorables para la jubilación parcial, también verá cambios en 2025. Aunque su régimen especial se prorroga hasta 2029, las empresas deberán aumentar el porcentaje de contratos indefinidos hasta el 75% de su plantilla para beneficiarse de estas condiciones.
Además, la cotización del trabajador parcial se incrementará progresivamente: en 2025, la empresa deberá abonar al menos el 40% de la base completa del jubilado parcial, cifra que aumentará hasta el 80% en 2029. Esto encarece significativamente el coste de esta modalidad para las compañías.
Autónomos y jubilación activa: nuevas exigencias
Los autónomos que compatibilicen pensión y trabajo con un asalariado contratado también sufrirán modificaciones. Hasta ahora, esta fórmula les permitía cobrar el 100% de la pensión, pero a partir de abril la cuantía dependerá del tiempo de retraso en la jubilación. Solo aquellos que hayan postergado su retiro al menos cinco años podrán seguir cobrando el 100% de la pensión, mientras que quienes lo hayan hecho solo un año, recibirán el 75%.
Además, el trabajador contratado deberá tener un contrato indefinido y una antigüedad mínima de 18 meses. En caso de contratar a un empleado nuevo, este no podrá haber trabajado previamente para el autónomo en los 24 meses anteriores.
El reto del Baby Boom y la necesidad de herramientas de cálculo
Todos estos cambios se producen en un contexto de máxima presión sobre el sistema de pensiones. La generación del Baby Boom, nacida entre finales de los años 50 y mediados de los 70, está próxima a la edad de retiro, lo que supondrá un aumento drástico del número de pensionistas y un desafío financiero para el Estado.
Ante la creciente complejidad del cálculo de las pensiones y las múltiples variables que afectan a cada trabajador (años cotizados, modalidad de jubilación, complementos e incentivos), se hace imprescindible contar con herramientas avanzadas de simulación que permitan a empresas y empleados tomar decisiones informadas.
Los softwares de cálculo de pensiones se presentan como aliados fundamentales en este nuevo escenario, facilitando simulaciones precisas y previsiones ajustadas a los constantes cambios normativos. En un panorama de reformas continuas, asegurarse una planificación óptima puede marcar la diferencia entre una jubilación tranquila o una llena de incertidumbre.