GANADERÍA
Planas prevé modificar el polémico decreto de bienestar en el porcino
Para que ya no pivote solo en un aumento de superficie al introducir otros aspectos. Explica UP, que urge una moratoria para evitar que entre en vigor en una semana

El sector porcino se ha conjurado contra el real decreto del ministerio. - UNIÓ DE PAGESOS
El ministerio de Agricultura está trabajando en una modificación del real decreto sobre bienestar animal en el porcino, que ha puesto en pie de guerra al sector y que está previsto que entre en vigor el 8 de marzo. Así se puso de manifiesto ayer en la reunión que mantuvieron la conselleria de Agricultura y Unió de Pagesos para analizar la situación. El responsable del porcino de UP, Rossend Saltiveri, explicó que el departamento que dirige Luis Planas baraja la introducción de nuevos elementos en el real decreto, de manera que no solo pivote en la exigencia de un mayor espacio por animal en las explotaciones.
De esta manera se trataría de conseguir granjas “mejoradas” en diferentes aspectos. Por ejemplo, en el control de dióxido de carbono (CO2) y amoniaco, el control del ambiente con ventilación y mejora también en el caso de la temperatura en las instalaciones. Asimismo, se tendrían en cuenta una mayor facilidad de los animales en el acceso a la comida y al agua. Las explotaciones que cumplieran con estos nuevos parámetros podrían contar unas exigencias de densidad que se situarían entre los parámetros actuales y los que apunta el polémico real decreto. Estos nuevos cambios, explicó Saltiveri, han venido dados por la presión de las comunidades autónomas y el sector, punto en el que destacó el papel desarrollado por la conselleria de Agricultura. El responsable del porcino de Unió de Pagesos alertó que el ministerio de Agricultura necesita tiempo para acometer el cambio normativo y, por ello, advirtió que “necesitamos una moratoria que evite que el real decreto entre en vigor como está previsto el 8 de marzo. Además, tenemos que conocer cuál será el nuevo texto, ante el que podemos presentar alegaciones”.
El real decreto previsto es más restrictivo que la normativa marcada por la Unión Europea. Por ejemplo, un cerdo cebado de entre 85 y 110 kilos deberá tener una superficie de al menos 0,74 metros cuadrados, frente a los 0,65 actuales. Para cumplir con esta exigencia, las granjas deberían reducir el número de animales, con la consiguiente pérdida de producción y de competitividad, explica el sector, o acometer importantes inversiones. Pero en muchos casos, advierten los ganaderos, sería imposible hacer ampliaciones en muchas granjas, bien por restricciones derivadas de normativas urbanísticas o por la de distancias entre explotaciones.