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Descubre los secretos de la cocción de los calçots: de 'ceballot' a deleite gastronómico

Les diferentes técnicas de preparación, desde el tradicional alambre hasta las sorprendentes opciones al horno, marcan la diferencia en una buena calçotada catalana

La plaza del oli de Valls ha sido el punto donde se ha hecho la demostración de cobre calçots

La plaza del oli de Valls ha sido el punto donde se ha hecho la demostración de cobre calçots

SEGRE REDACCIÓ
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La cocina catalana esconde secretos que se transmiten de generación en generación, y uno de los más preciados es la preparación de los calçots. Esta variedad de cebolleta, tan característica de nuestra gastronomía, ofrece un abanico de posibilidades culinarias que merecen ser conocidas y valoradas por todos los amantes de la buena mesa.

Aunque no existe una única manera correcta de prepararlos, la clave común reside en la llama viva. Los expertos coinciden en que, más allá de la técnica utilizada, los calçots tienen que cocerse con una llama intensa por conseguir este sabor tan característico que los hace únicos.

Métodos tradicionales y modernos para cocinar los calçots

Entre las técnicas más utilizadas destaca la parrilla, probablemente la más extendida por todo el territorio. Este método requiere colocar los calçots con las raíces apuntando en el centro del fuego, priorizando los ejemplares mayores en la zona más caliente. Un buen indicador que los calçots están a punto es observar cuándo empiezan a "sudar" o a soltar el agua de su interior.

La técnica del alambre representa una alternativa muy práctica y eficiente. Para implementarla necesitaremos unos 3-4 metros de alambre por cada 50 calçots, unos alicates para ajustar las medidas, y la destreza suficiente para pincharlos correctamente. Este sistema permite recorrerlos con facilidad, aunque requiere la participación de dos personas para maniobrar con seguridad.

Les innovaciones también han llegado a esta tradición secular, y actualmente muchos hogares optan por cocinarlos al horno. Aunque esta modalidad se aleja de la calçotada tradicional, los resultados son sorprendentemente satisfactorios, especialmente para aquellos que no disponen de un espacio exterior adecuado para hacer fuego.

La importancia del combustible y los detalles que marcan la diferencia

La leña utilizada también juega un papel fundamental en el resultado final. Los sarmientos de viña son considerados el combustible ideal, ya que aportan un matiz de sabor único. Sin embargo, utilizar otros tipos de madera no compromete la calidad final si se mantiene una buena llama viva durante todo el proceso.

Un aspecto a menudo descuidado pero crucial es la conservación del calor una vez finalizada la cocción. Los calçots tienen que ser inmediatamente envueltos en papel de diario para mantener el calor hasta el momento de servirles. Esta práctica no sólo conserva la temperatura óptima sino que contribuye a una ligera cocción adicional que mejora la textura final.

El ritual completo: mucho más que una técnica culinaria

La calçotada trasciende el ámbito puramente gastronómico para convertirse en un auténtico ritual social. La preparación empieza mucho antes de la cocción, con la selección de los calçots, continúa con la elaboración de la indispensable salsa de calçots que les acompañará, y se extiende hasta el momento de compartir mesa.

Errores comunes y consejos de expertos

Entre los errores más frecuentes destaca la tendencia a cortar las raíces de los calçots, práctica desaconsejada por los expertos, ya que estas ayudan a mantener la humedad interna durante la cocción. También es importante agruparlos por medidas para garantizar una cocción homogénea, colocando siempre los más gruesos en las zonas más calientes del fuego.

Otro aspecto crucial es el tiempo: la cocción tiene que ser rápida e intensa, normalmente no más de 5 minutos por cada cara. Un calçot bien hecho tiene que estar completamente carbonizado por fuera, mientras que el interior tiene que quedar tierno y jugoso.

Comparativa de métodos: ventajas e inconvenientes

Cada técnica tiene sus particularidades. El método del alambre resulta especialmente eficiente en términos de tiempo y permite cocinar grandes cantidades simultáneamente, pero requiere cierta práctica inicial. La parrilla ofrece más control visual sobre el proceso de cocción, mientras que el horno, a pesar de ser menos tradicional, garantiza una temperatura constante y resultados más predictibles.

Los expertos coinciden que, independientemente del método escogido, la clave reside al respetar los tiempos de cocción y entender las señales que nos ofrece el propio calçot: cuándo empieza a soltar agua, cuándo el exterior está completamente carbonizado y cuándo mantiene la firmeza adecuada al tacto.

La calçotada representa mucho más que una simple comida; es una celebración de la gastronomía catalana en su expresión más auténtica. Sea cuál sea la técnica escogida, lo importante es preservar el espíritu de esta tradición centenaria que une familias y amigos en torno al fuego, del vino y de unas humildes cebolletas transformados en delicadeza gastronómica.

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