Jordi Martí: 'El movimiento de los brigadistas fue único en el mundo'
La buena literatura es aquella capaz de provocarnos emocionalmente a partir de un relato que, al mismo tiempo, pone a prueba la ley de la gravedad que mantiene de pie nuestra razón. El barcelonés Jordi Martí, historiador de formación y escritor por vocación, nos explica a ‘Tocados por el viento’ (Campesino Editores) “la épica de la solidaridad internacionalista y revolucionaria desde la perspectiva de cinco brigadistas internacionales que lucharon a la Guerra Civil española contra el fascismo”. Conceptos que a veces nos pueden parecer abstractos y que, en nuestra propia historia, se convierten en frío, miedo, violencia, valor, hambre, sueño y una inmensa capacidad para estimar con una ternura que ahora nos parece casi inconcebible.
Cinco capítulos, cinco historias, cinco protagonistas, cinco personas que nos llegan al alma. Quien no se emocione con las vidas que recupera de nuestra historia y nos explica Jordi Martí a Tocats pel vent por el viento se tendría que preocupar sinceramente por los callos de sus sentimientos.
En el libro no hay notas al pie de página ni citas bibliográficas.
Rehuí todos los protocolos de una publicación historiográfica para vestir los relatos con una narración literaria.
Una apuesta poco convencional. ¿Tiene miedo de que le reste credibilidad?
Era un riesgo, pero desde un punto de vista historiográfico estoy tranquilo, porque que detrás de cada detalle, cada nombre, lugar o referencia biográfica, hay una investigación exhaustiva y rigurosa.
Cada día que pasa es más difícil poder escuchar el testigo presencial de un brigadista. Todo empieza, sin embargo, cuando se choca con José Carlos Galeano.
Consciente de que el reloj va a contratiempo, hace cinco años me planté en el hotel donde sabía que se alojaba a este brigadista mexicano que estaba de visita a nuestra casa. Hablamos toda la tarde con él y su mujer. Fue la conversación que hizo detonar el libro.
Al prólogo explica que el mismo Galeano, cuando Usted le pregunta qué echa de menos en todo lo que se ha escrito sobre los brigadistas, le contesta que falla|falta ternura. Con Tocats pel vent ¿intenta cubrir este vacío?
Un poco sí, supongo, pero siempre evitando el melodrama. La idea es ficcionar la historia a través de protagonistas concretos, narrando los hechos de manera que los personajes cobren una vida propia sin salir del guion que ya está escrito por la Historia. Pero los personajes pueden llorar, si sabemos que están abatidos o tristes, o sudar, si pasan mucho calor.
Detalles que los humanizan.
¡Si no lo hicieran, serían maniquíes! Para que el lector entre a la historia, se tiene que vestir, pero no puedes poner más pan que queso, porque no es una novela, es un libro de historia.
Atípico y divulgativo. Tocats pel vent nos habla de un episodio inédito de nuestra historia: la solidaridad antifascista, la cual no se medía en dinero, sino en vidas humanas.
Siempre ha habido personas que, movidas por un espíritu de camaradería y hermandad revolucionaria, se han desplazado a otro país para luchar por un mundo mejor en guerras que, a priori, no eran suyas. Pero el fenómeno de los brigadistas que vinieron durante la Guerra Civil española fue único y no se ha vuelto a repetir en la proporción y la magnitud de entonces. Hablamos de más de 35.000 personas de más 50 países que arriesgaron sus vidas para venir a un país de los cuales no sabían prácticamente nada. Sólo eran conscientes de que la pugna entre el fascismo y la libertad había empezado y se tenía que detener como fuera.
Su tono tampoco es neutral.
Soy objetivo como historiador, pero no soy neutral políticamente.
¿El fascismo ganó la guerra, pero los demócratas han vencido en el relato histórico?
No. Sí que los principios éticos del antifascismo, la democracia, la libertad, etc., se han acabado imponiendo, aunque sea de maneras abstractas o con muchas interpretaciones. Paradójicamente, los herederos del franquismo han adoptado estos mismos principios como cánones estéticos y han desvirtuado el sentido. Por otra parte, la mayoría de los menores de 30 años no tiene ni idea de que representó la dictadura. La ignorancia y el olvido son muy peligrosos. De hecho, si creyera que los antifascistas han ganado en el relato histórico, no habría sentido la necesidad de escribir este libro.