ENTREVISTA
Agustí López: “La JOP es de los jóvenes que la componen y yo, un trabajador de mis alumnos”
Con los cinco minutos antes de la cita que llegamos al Conservatorio de Lérida tenemos bastante para descubrir que Agustí López Piñol se desplaza a pie por la ciudad y con los auriculares puestos. Hoy, sin embargo, no escucha música. “Los músicos tendemos a construirnos la realidad adaptada a nuestro talante y de vez en cuando conecto con el mundo”, nos dice sonriente antes de confesar que lo han acompañado hasta aquí las noticias de mediodía. Él es el único componente de la Joven Orquesta de Ponent que supera los 30 años, edad límite para los músicos de la sinfónica residente del Auditori Enric Granados i Cervera. Celebramos con él los #5anysJOP, el rastro digital del quinto aniversario de esta asociación juvenil de músicos que han hecho historia en el tejido asociativo y panorama musical de la ciudad consiguiendo establecer una orquesta sinfónica impulsada exclusivamente por los alumnos de los Conservatorios de Lleida y Cervera, aunque ahora forman parte músicos de todo el territorio.
¿Qué le sugiere el hecho de que la JOP ya sume cinco años en activo con usted de director?
Emoción, ilusión y mucho esfuerzo. A los alumnos de los conservatorios de Lleida y de Cervera que la impulsaron ahora hace cinco años, por eso es orquesta residente en las dos localidades, y los que forman parte hoy día los une su pasión por la música y también la determinación, disciplina y organización. Los admiro y les estoy agradecido que pensaran en mí para la dirección titular.
¿Cómo fue la propuesta?
El percusionista de entonces dejó intuir la intención de la junta de la JOP en una conversación en el conservatorio, donde soy ninguno de estudios y profesor de lenguaje musical, y otro día me reunieron para tomar un café y me lo pidieron formalmente. Así me convertí en trabajador de mis alumnos. Era, y es, un proyecto estimulante y único y quería formar parte. Me reconozco en ellos, de mi época de estudiante. Antes de la JOP había habido otros intentos de alumnos de crear orquestas sin éxito, yo mismo formé parte de una de bandas sonoras de cine cuando hacía piano y flauta travesera. Pero no prosperaba porque no había ni la masa crítica musical que hay ahora ni la cantidad de músicos que afortunadamente salen hoy día del Conservatorio para poder alimentar la orquesta. La JOP es una oportunidad para que los alumnos puedan seguir tocando cuando acaban el Conservatorio y también es una gran oportunidad para la ciudad. Siempre que tienen oportunidad crean sinergias con el tejido asociativo de Lleida y promueven el talento joven local.
¿De qué manera?
Este año han estrenado nueva imagen gráfica, que ha sido el resultado de un concurso organizado para jóvenes diseñadores leridanos. Y el ejemplo más claro de lo que decíamos es el Concurso de Composición Joven, con el cual se pretende dar impulso a jóvenes promesas de la creación musical. Se han recibido más de 30 piezas de todo el país y el Estado español y un jurado ha seleccionado tres. Estas obras finalistas serán presentadas en la primera parte del concierto del 3 de diciembre a las 19.00 horas en el Auditorio. El público asistente decidirá cuál queda en primeros, segundos y terceros lugares.
¿Cómo se organiza la JOP?
Todo lo deciden en asamblea, incluso el repertorio musical. Bien, están organizados en comisiones. La artística es la que hace las propuestas de repertorio y tienen en cuenta mis recomendaciones, pero la última palabra es siempre de la asamblea.
El uso que hacen de las redes sociales es otro de los puntos fuertes de la JOP. Son generación ‘millennial’. ¿Sustituyen las partituras de papel por la ‘tablet’?
No. El lápiz sigue siendo indispensable para los músicos. A los ensayos todos llevan y anotan las indicaciones que los hago o incluso a veces hacemos correcciones a las partituras. Alguna vez nos ha pasado que hemos encontrado errores en alguna partitura alquilada. La tablet queda muy “guay” pero no es útil.
¿Cuál es la función del director de orquesta?
El trabajo fuerte se hace a los ensayos, seguramente podrían dar los conciertos sin el director, pero la presencia de este da seguridad a los músicos.
¿El director tiene que sudar a toda costa?
El tópico es pensar en un director de orquesta sobreactuado, con movimientos bruscos de batuta, sí, pero no es necesario. Ahora bien, nadie se escapa de sudar. Puedo perder entre uno y dos kilos por concierto. Por curiosidad, un día me puse un pulsómetro en un concierto y puedo decir que llego a las 160 pulsaciones por minuto. Ser director de orquesta y músico en general es físicamente muy exigente.
¿La largura de la batuta importa?
Sí. Para dirigir cómodamente, la batuta tendría que medir lo que hace tu brazo de muñeca en el codo. Por eso yo utilizo largas, pero puede pasar que se enganchen al atril y hay directores que cogen más cortas.
¿No se le ha escapado nunca?
En concierto, no. A los ensayos, muchas veces|golpes. Acostumbro a reaccionar rápido y lo engancho al vuelo.
Es músico, compositor y ha dirigido diferentes orquestas. ¿Siempre había querido ser director?
Siempre he querido ser músico y una orquesta es un instrumento. Un instrumento muy complejo, eso sí.
Es profesor de lenguaje musical. ¿Recomienda a los jóvenes que no escuchen algún tipo de música que se estila hoy día?
Soy más de Aristóteles que de Platón en este aspecto. Partiendo de la base que la música influye en el alma, Platón creía que tenía que estar controlada por el Estado y, en cambio, Aristóteles veía necesario acercarse en todas las vertientes musicales. Es verdad que hoy día hay mucha más variedad que entonces... En cualquier caso, soy partidario de invertir tiempo en escuchar música, formarse y tener un criterio propio. Va bien escuchar propuestas esperpénticas para reconocer lo que es bueno.