SEGRE

ENTREVISTA

'Pocoyó nace del cine mudo de Chaplin, de la Pantera Rosa y la Bola de Cristal'

Si tienen hijos, nietos o sobrinos pequeños sabrán quién es Pocoyó. Un niño vestido de azul que sin hablar se entiende a la perfección con sus amigos animales como Pato o Eli, el elefante rosa. El creador de una de las series de dibujos en 3D ‘made in Spain’ más exportada hizo una charla en la Universidad de Lleida en el marco de la Semana de la Comunicación y aprovechamos para saber más sobre el proceso creativo y el personaje que gusta a pequeños y mayores.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Lápiz, papel y recuerdos de infancia. Son tres de los ingredientes que ayudaron al animador madrileño Guillermo García a crear al personaje infantil de dibujos animados Pocoyó que ya han visto los niños de un centenar de países. Quedamos con él en el edificio del Rectorado de la UdL, donde vino a hacer una charla en el marco de la Setmana de la Comunicació.

¿Usted es el único creador de Pocoyó o tiene más padres?

Hice la parte creativa pero tiene dos padres más. El de la parte técnica y el de la producción.

¿En qué consiste la parte creativa?

En diseñar y crear a partir de una hoja en blanco. Lo que me encargaron fue hacer alguna cosa para prescolares y que estuviera en 3D. Dos cosas que no me interesaban en absoluto.

¿Por qué?

Yo venía del Cartoon Network Espanya, del dibujo 2D, y a mí lo que me gustaba era el público adulto. Una serie mítica que, de hecho, fue la que me motivó a dedicarme a la animación fue Ren&Stimpy. Es de principios de los 90 y provocó un cambio necesario en la animación que se hacía para televisión. Reanudó la herencia de la Warner, el cartoon clásico.

¿Cuáles son estos rasgos característicos que marca la Warner y repupera Ren&Stimpy?

Se caracteriza por las personalidades de los personajes, por el ritmo de las historias y el tipo de humor. Se da más importancia a la parte visual. Piensa que el estudio de animación pionero, el americano Hanna Barbera, fue a finales de los 50 el primero en hacer dibujos para televisión y dejaba de lado la parte visual. El salto a la tele supuso rebajar la calidad de los cortometrajes de animación para cine que hacían hasta entonces otros como la Warner. Esta estética pobre llegó hasta los 80 con los Osos Amorosos o Los Snorkels, que aunque para los que crecieron con ellos son maravillosos, son un auténtico infierno para los animadores. Bien, pues Ren&Stimpy recupera el humor y la capacidad de gustar a niños y adultos e irrumpe en el panorama desolador que describía para los animadores.

¿Vendrían a ser la primera piedra de los dibujos animados para todos los públicos como Los Simpson o Bob Esponja?

Sí, con Ren&Stimpy empezó una tendencia en la cual todavía estamos.

¿En qué estaba trabajando cuando le llegó el encargo de Pocoyó?

Era el momento de las Supernenas, hacía 2D, dibujo animado clásico. El 2D es más expresivo y cuando me pidieron 3D en el 2003, tan alejado del cartoon... soplé.

¿Cómo se afronta un encargo que no le motiva?

Dándome carta blanca, total libertad. Empecé pensando qué era lo que me gustaba a mí cuando era pequeño y me vino La Pantera Rosa. También una cosa que miraron mucho en Catalunya la generación de los 80 y 90: Arale. En Madrid no estaba pero yo conocía los cómics y me fascinaron. Pocoyó, al principio, era como la Arale pero sin su violencia [ríe]. Procuré captar su espontaneidad e inocencia y hacer alguna cosa sencilla como la Pantera Rosa. Otra cosa que me inspiró fue Chaplin. Con Pocoyó quise hacer cine mudo para pequeños. La fase de creación coincidió que fui a visitar una exposición de Chaplin y vi cuatro generaciones delante de uno de sus cortometrajes y se lo estaban pasando todas bien, reían. Otra cosa que influye en la creación de Pocoyó es el programa de televisión La Bola de Cristal. Recuerdo que duraba toda la mañana y emitían cosas malísimas pero había una miniserie de plastilina con fondo blanco y dos personajes que no tenían diálogo. Dos bolas que vivían historias. Me fascinaba aquella sencillez. Así que opté por hacer alguna cosa que gustara a todo el mundo y sobre todo, con que me lo pasara bien haciéndolo yo.

¿Creó solamente Pocoyó o también a Pato, Eli y el resto de personajes?

Pocoyó nació con Pato, que es el personaje con la personalidad opuesta. Son polos opuestos. Todavía guardo a algún personaje más al cual no descarto dar vida. Será sorpresa.

¿Cómo los crea?

El diseño se hace primero en papel, a no ser que un diseñador de personajes los modele. Hice mil esbozos. Cuando decides que ya lo tienes, lo dibujas desde diferentes perspectivas y lo pasas al diseñador de personajes para que lo modele. Así se diseña la personalidad de un personaje, que es lo más importante, porque después se mueven según esta.

¿Tiene hijos o sobrinos?

Sobrinos.

¿Cuando empezaron a mirar ‘Pocoyó’ qué sintió?

Ellos alucinaban y a mí me gustaba. Fue curioso ver cómo afectaba a los niños, los dibujos de Pocoyó. Entran más fáciles porque no hay ruido. De hecho, una de las primeras pruebas que hicimos con mis sobrinos, cuando traje un DVD a casa, estaban haciendo en la tele una serie de dibujos con muchas cosas y colores y movimiento. Fue cambiar al Pocoyó y los niños se relajaron, porque los ojos descansan. Pero el fondo blanco del Pocoyó no convencía a todo el mundo; a menudo, al principio me pedían que se lo "llenara", no entendían que fuera así. Lo respetaron al final, pero costó, tuvimos que demostrarlos que los fondos no funcionaban.

¿Cuándo lo creó, se imaginaba que ‘Pocoyó’ fuera los dibujos de toda una generación y más? ¿Con merchandising y proyecciones mundiales?

No. Sí que pensaba que estaba bien lo que había hecho pero no que fuera un fenómeno. Hay que decir que yo hice las dos primeras temporadas, el resto no.

Ha recibido feedback ¿de familias?

En Argentina, un padre me dijo que Pocoyó era la primera serie con la cual se habían reído juntos su hijo y él. Que era el objetivo cumplido inspirado en Chaplin.

tracking