ENTREVISTA
Andrea Vilallonga: "La fotogenia no existe. Hace falta conocerse y saber sacarse partido"
Un emprendedor no puede tener un mal día. Sonría. Dé las gracias si le hacen un cumplido y vuélvalo solamente si es verdad. Queriendo quedar bien, quedamos fatal. Así de clara y directa es Andrea Vilallonga, que muchos conocerán porque es la asesora de imagen de Operación Triunfo. Recientemente, llenó el auditorio del campus de Cappont de Lleida, donde nadie salió como había entrado. Nos tenemos que mirar más al vídeo y al espejo, aceptar la imagen que proyectamos y emprender acciones para cambiarla si lo que queremos comunicar y lo que realmente comunicamos es a años luz.
Andrea Vilallonga es asesora de imagen. Empezó hace años como personal shopper pero ahora eso es solamente uno de los servicios complementarios de su empresa en Barcelona. La ropa es un elemento que ayuda a ser coherente en la comunicación, pero no lo es todo. Sus estudios de arte dramático la encaminaron hacia su verdadera vocación, que es ayudar a los otros a comunicarse para conectar y progresar juntos. El pasado mes de noviembre participó en la jornada Endavant organizada por GlobaLleida y la cátedra de emprendeduría universitaria de la UdL hablando claro a los jóvenes emprendedores que llenaron el auditorio del Centro de Culturas y Cooperación Transfronteriza del Campus de Cappont.
¿Cuál es el peor pecado en comunicación de imagen?
Ir sucio. Tenemos que ser limpios. Parece que no, pero no todo el mundo lo tiene superado, eso. Nadie quiere hablar, ser amigo o hacer negocios con alguien que apesta. Y puede ser que seas muy neto, pero si has tomado un café antes de entrar a una reunión y tu aliento huele a café frío, mal. Siempre un caramelo cerca, por favor. Y antes de ver a cualquier cliente, nos tenemos que mirar al espejo, revisarnos. Podemos hacer la presentación más maravillosa del mundo, pero si tienes una mancha en la blusa o te falta un botón, piensa que tal como salgas por la puerta, el primero que dirán es: "¿has visto? Le faltaba un botón.”
¿Somos tan esclavos de nuestra imagen?
Más que esclavos, no aprovechamos su potencial. Todos tenemos un gran potencial para comunicarnos de forma coherente. La coherencia en comunicación paso para que tu lenguaje, expresiones, movimientos y vestuario vayan a la una. Mira, el 55% de la primera impresión que uno se lleva al verte viene de tu cuerpo. Y después de los zapatos [río]. De verdad, siempre con los zapatos limpios y curiosos, sino corremos el riesgo de que no nos vuelvan a mirar a la cara.
¿Y cómo lo sabemos, si somos coherentes?
Una de las preguntas que hago siempre y que he hecho antes a la conferencia es si la gente se mira en los vídeos del móvil en que sale. Y quizás hay mucha gente que se mira, pero sorprende, de entrada, que mucha gente no se graba a ella misma. El caso es que aunque te hayas visto alguna vez, ni que sea de reojo, cuando pregunto si se han gustado, la respuesta mayoritaria es que no. No nos gustamos.
A menudo no nos gusta vernos, ni en foto ni vídeo, ni escuchar nuestra voz.
Exacto. Pero es un ejercicio obligatorio. Porque si no nos gustamos, tenemos que actuar para cambiarlo, porque aquello que no te gusta a ti es precisamente lo que muestras a todo el mundo. Así que hace falta analizar qué te gusta, potenciarlo, y tratar de modificar lo que no te gusta. Siempre digo que nuestra apariencia tiene mucho de herencia genética y es lo que hay, no se puede hacer nada si eres alto o bajo, grande o delgado, con mucho o poco pecho. Pero hay maneras de compensarlo.
Ha dicho en varias ocasiones que la fotogenia no existe. ¿Y por qué hay gente que queda bien?
Porque es una actitud. Hay posturas infalibles para quedar bien y acciones que podemos hacer para promover nuestras partes brillantes. Con la fotogenia no se nace, se consigue o se aprende.
Volvemos a las cualidades heredadas y qué podemos hacer con ellas. ¿Qué tendríamos que compensar y cómo, si somos bajos o altos, por ejemplo?
¿Qué haces si estás delante de un palo de la luz y quieres ver el nido de cigüeñas que hay arriba?
Dar un paso atrás, para tener perspectiva.
Exacto. Te retiras del palo de la luz para verlo mejor. Pues si eres alto, tienes que saber que la gente puede ser que dé un paso atrás al verte y eso no te tiene que acomplejar, no tiene nada que ver con un rechazo sino con que se acomodan para verte mejor. Si eres bajito tienes que saber que la gente quizás que te hable como si tuvieras cinco años, despertarás en ellos el instinto maternal o paternal y te querrán cuidar. Lo puedes aprovechar o compensar.
¿Cree en la conexión a primera vista?
Sí, pero todo se puede crear. Quiero decir que yo, por ejemplo, tengo unas facciones que, de entrada me hacen parecer distante y caigo mal. Es aquello que se suele llamar de “no sé por qué, pero no me gusta”. Tanto en el libro Mírate, que justo acabo de publicar ahora, o en mis cursos y servicios, se pueden encontrar muchas pistas de la iconografía de la imagen.
Háblenos de su método, que se recoge en el libro Mírate. ¿Si sólo pudiera darnos dos consejos, cuáles serían?
Ser agradecidos y sonreír. Sonrisa es cuestión de músculo. Si lo ejercitas sale solo.
¿Qué quiere decir con ser agradecidos?
Sí, nos cuesta recibir una palabra bonita. Pondré un ejemplo. Yo digo: ¡“Qué blusa más bonita que llevas”! y tú contestas, “Ah, sí? ¿Pues 15 euros de rebajas.” Por qué? ¡Tanto es! No te he preguntado cuánto vale ni donde lo has comprado, la respuesta sería: ¡“Gracias!” I, si puedes devolver un cumplido, bien. Si no, no mientas. La mentira y la incoherencia son grandes enemigos del emprendedor y de todo el mundo en general, porque pierdes influencia.
La influencia de la que usted habla no es de los influencers de redes sociales. ¿A qué se refiere?
Tener influencia es tener credibilidad. Eso se consigue de cinco maneras: con dinero, el dinero siempre hace más corto el camino; con sentido social, es decir recordando, por ejemplo, el nombre y algún detalle de cada cliente para hacerles sentir únicos; con contactos, el enchufe tenemos que aprovecharlo, ahora bien, después tienes que servir; con capital intelectual y erótico. Erótico por conexión, no para conseguir las cosas con sexo, aunque es una opción que decide cada uno desde la libertad.
Es mucho de la broma.
El humor es otro pilar fundamental, a la altura de la sonrisa. Pero no hay que pasarse en ser graciosete.
Diría que lo primero que tiene que hacer alguien para emprender o buscar trabajo es mirarse a él mismo.
Exacto. Primero hay que invertir en quién somos y cómo lo comunicamos con la imagen, el lenguaje y los movimientos corporales. Es tan importante como tener una buena estructura de la empresa.