Un veto controvertido

El portavoz en Lleida de la Federación de Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac), Ismael Alfaro, manifestó ayer que solicitarán a Enseñanza más información sobre el veto al traslado de una niña de 6 años de Albatàrrec al colegio Enric Farreny de La Bordeta, que ha motivado que su familia haya optado por no llevarla a la escuela (ver SEGRE de ayer). Alfaro señaló que lo harán en el marco de la comisión municipal de escolarización de Lleida ya que, aunque “en ningún momento dudamos de la profesionalidad de los inspectores”, no tienen información exhaustiva sobre este caso. En este sentido, apuntó que el pasado curso este asunto ya se abordó en la comisión, y que entonces parecía que había buena predisposición para facilitar el traslado, pero que en este únicamente se comunicó a este organismo que no era posible. “Nos gustaría conocer el caso con más profundidad”, dijo. Alfaro opinó que, en principio, “parece que debería hacerse un esfuerzo para ayudar a esta familia, pero no podemos decir más hasta tener la información”.

Asimismo, Alfaro consideró que esta comisión, en la que participan representantes de Enseñanza, Paeria, docentes, padres y directores, debería tener más poder decisorio. Al respecto, indicó que es básicamente consultiva y añadió que, además de sobre cuestiones de vacantes y traslados, debería decidir sobre cuestiones como el cierre de grupos o la planificación del mapa escolar.

Mientras, el delegado de Enseñanza, Miquel Àngel Cullerés, insistió en que el traslado se ha denegado porque el Enric Farreny no tiene vacantes en primero de Primaria, el curso de la niña, pero que la comisión de escolarización volverá a estudiarlo esta semana junto con otros casos de carácter extraordinario. Añadió que espera que la familia recapacite y lleve a la niña al colegio y pidió confianza hacia la administración.

Por su parte, la madre de la niña dijo que siguen adelante con la vía judicial después de haber presentado un escrito al Síndic y señaló que Enseñanza no ha contactado con ellos. Los padres llevan tres cursos pidiendo sin éxito este traslado después de que en 2014 también cambiaran a su hija mayor, ahora de 11 años, de Albatàrrec al Enric Farreny tras enfermar y tener que ser hospitalizada por un caso, según su versión, de acoso escolar. Enseñanza, aunque en su día activó el protocolo por bullying, sostiene que la conclusión final fue que no hubo acoso.