Con el ambulatorio a cuestas

Operarios y profesionales trabajan estos días a contrarreloj para poner a punto el nuevo CAP Onze de Setembre, que abrirá el lunes y asumirá todos los 12.000 pacientes del ambulatorio de Santa Maria, que cierra. Ayer algunos operarios trasportaban material sanitario de un ambulatorio a otro, mientras que otros hacían trabajos de limpieza y de distribución de en las distintas salas del nuevo. “Son días caóticos, pero supondrá una mejora para el paciente. Casi triplicamos el número de consultorios, al pasar de los 11 del Santa Maria a 31, reforzaremos la atención domiciliaria y realizaremos ecografías y cirugía menor ambulatoria que no practicábamos actualmente”, explicó Mercè Porté, responsable del centro de Atención Primaria.

Respecto a la previsión de que el nuevo CAP absorba a unos 6.000 de los de Balàfia y Eixample, aún no se ha empezado a notificar a los pacientes.

La vicepresidenta de la Fundació Esclerosi Múltiple (FEM), Conxita Tarruella, insistió ayer en la necesidad de habilitar un paso de peatones en ambos sentidos en la calle Onze de Setembre, enfrente de la entrada principal, para facilitar la accesibilidad al CAP, así como de estudiar la modificación de alguna línea de bus para que pare delante del centro. Y es que el edificio también albergará a partir de octubre toda la rehabilitación ambulatoria de Lleida y la fundación Martí i Pol. “Cien metros suponen mucho esfuerzo para personas con movilidad reducida”, explicó. El edil Josep Maria Baiget, de ERC, dijo que defenderá ambas propuestas en la comisión del plan de movilidad prevista para el día 21.

Por otra parte, Construcciones Deco, una de las empresas de la UTE que construyó el CAP, está vinculada a presuntos pagos de comisiones a CDC (ver página 20).