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Los casos de empalmes ilegales a la red eléctrica se disparan un 39% en Lleida
La compañía eléctrica Endesa, principal distribuidora de electricidad en la provincia, detectó durante el año pasado 1.560 casos de conexiones ilegales en Lleida, un 39% más que el año anterior. La mayor parte del fraude corresponde a empresas y grandes consumidores, como ha sucedido recientemente en Lloret con una cadena hotelera.
Los casos de empalmes fraudulentos a la red eléctrica se dispararon un 39% en Lleida el año pasado, cuando la compañía Endesa –principal distribuidora en la provincia– detectó un total de 1.560 conexiones ilegales, por las 1.121 del año anterior. Por localidades, el fraude está concentrado en la capital (734 casos) y en poblaciones como Balaguer (98), Mollerussa (88), Tàrrega (50), Les Borges Blanques (33), Tremp (31), Bellpuig (30) y Cervera (21). Estas conexiones equivalen, según las estimaciones de la compañía, a 9,2 gigavatios hora, lo que supone un 0,5% del consumo total de la provincia.
La compañía resaltó que el aumento corresponde en buena medida a una mayor vigilancia por parte de sus técnicos para detectar el fraude, ya que, además del perjuicio económico que le supone y del agravio para el resto de consumidores, este tipo de empalmes también suponen un problema de seguridad. Pueden provocar electrocuciones, sobrecargas o cortocircuitos y causar un incendio, como sucedió hace unos días en Lloret de Mar, donde el incendio accidental de un transformador ha permitido detectar el caso de una cadena hotelera que tenía 4 establecimientos conectados ilegalmente a la red.
Las familias con bajos ingresos solo suponen un 1% de los casos de fraude, estima Endesa
Y es que, según Endesa, el 80% del fraude eléctrico en España está causado por empresas industriales y de servicios y la mayor parte del 20% restante son particulares con grandes niveles de consumo. Solo el 1% de los casos, afirma la compañía, son enganches ilegales por parte de familias con bajos ingresos. Con todo, en determinados barrios de renta baja, como el de la Mariola en Lleida, son relativamente habituales estos empalmes ilegales, sobre todo en casas okupadas. Cuando detecta un fraude, a menudo por incidencias como desconexiones en la línea, la compañía siempre denuncia a los causantes.
Los suministros legales no se cortan si hay pobreza energéticaLa pobreza energética –las personas que no pueden permitirse afrontar el coste de la energía para tener su vivienda a una temperatura confortable– se ha disparado en los últimos años, lo que también ha impulsado al alza los empalmes ilegales, sobre todo en casos de pisos okupados ilegalmente. No obstante, ahora la normativa de la Generalitat (ley 24/2015) ampara a los afectados por esta situación, siempre que tengan su suministro en regla, ya que las compañías no pueden cortarles el servicio cuando se trata de personas en situación de riesgo de exclusión residencial.